La mayoría de los colegios españoles no son seguros para los niños ALÉRGICOS

Dos de cada tres colegios españoles tiene al menos un niño con riesgo de sufrir anafilaxia y, sin embargo, la mayor parte no están preparados para garantizar su seguridad. Hay centros que no permiten que el niño lleve la medicación de urgencia y otros dónde el personal escolar se niega a administrarla. Así lo expone la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), que ha elaborado un decálogo con medidas para que el personal escolar sepa cómo actuar ante una crisis.

 

 

Hay alumnos que padecen al mismo tiempo distintas enfermedades: rinitis alérgica, asma, eccema y alergia a los alimentos y las reacciones pueden desembocar en anafilaxia o incluso muerte, pero las escuelas no están preparadas para ello”, explica el Dr. Juan Carlos Cerdá, coordinador de Educación Sanitaria de la SEICAP.  “La falta de seguridad en la escuela viene derivada porque no existe un programa de formación que debería incluir a las familias y a los profesionales de la educación y de la salud”, reclama el doctor. A juicio de este especialista, “hay que garantizar que el niño alérgico esté bien identificado y que el personal docente y no docente esté entrenado y formado para saber cómo actuar”. Los alergólogos pediátricos aseguran que debería existir un protocolo de actuación y de prevención. “Las escuelas deben indagar sobre enfermedades alérgicas entre los nuevos alumnos, tener un informe médico en el que venga detallado el diagnóstico y el tratamiento y cuidar ante todo la adecuada evitación de los alérgenos. En muy pocos colegios se cumple”, añade.

 

Llevar la medicación al colegio
El aspecto legal también cuenta. Hay centros que no permiten que los alumnos lleven la medicación de urgencia. “Es inadmisible que un niño con asma no pueda ir a la escuela con el broncodilatador. Pero también hay centros donde el personal escolar se niega a administrarla por cuestiones legales”,  señala el doctor Cerdá. Según las regulaciones actuales, el profesor no tiene un deber específico en términos de protección de la salud del menor, con lo cual no está autorizado a administrar la medicación. “El debate está entre la responsabilidad legal del profesor y la necesidad de cuidados y derecho a la intimidad del niño. Por eso debería existir una legislación específica para el alumnado alérgico”, añade este especialista. 
La falta de protección y la exposición a los alérgenos como ácaros de polvo, polen o ciertos alimentos, no son los únicos obstáculos a los que se enfrentan los niños alérgicos día a día en la escuela. Además, sufren rechazo por parte de muchos compañeros que miran con burla “al que no puede practicar deporte, los que se duermen en clase por culpa de la medicación, incluso los hay que son regañados por el profesor por hacer ciertos ruidos con la nariz debido a la rinitis”, indica este especialista. 

 

DECÁLOGO DE ACTUACIÓN EN LOS COLEGIOS ANTE LAS ALERGIAS
La Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP) ha elaborado un decálogo con medidas para que el personal escolar sepa cómo actuar ante una crisis. 

1. Designar una persona responsable de la organización general de la atención al niño con reacciones alérgicas o asmáticas severas. Esta persona debe asegurarse de que el niño en riesgo está bien identificado por todo el personal del colegio

2. Estar en posesión del informe del diagnóstico y el tratamiento que haya elaborado el especialista pediátrico. Los padres deben facilitar una copia del mismo al personal de la escuela.

3. El responsable designará a varias personas que sepan cómo actuar ante una reacción de un niño concreto. 

4. El personal escolar debe recibir formación por parte de un profesional sanitario sobre la evitación de alérgenos y el reconocimiento y tratamiento de urgencia ante una reacción alérgica.

5. El responsable debe custodiar la medicación de urgencia en un lugar seguro pero accesible en caso de emergencia. 

6. El responsable deberá saber administrar la medicación de urgencia en el caso de que no pueda haber retrasos.

7. Los responsables deben conocer los circuitos de atención médica urgente y de aviso a padres o tutores.

8. El personal de cocina y los monitores del comedor deben estar bien informados acerca de las alergias alimentarias que puedan tener los alumnos.

9. El personal del colegio debe tomar precauciones en todas las zonas de la escuela: aulas, patios, gimnasios, campos de deporte, laboratorios, talleres, autobuses, etc; pero también en todas aquellas actividades realizadas fuera del colegio, como excursiones o viajes. 

10. El personal del colegio debe tener inmunidad frente a acusaciones judiciales por las consecuencias de administrar la medicación de urgencia o rescate.