Mitos sobre infertilidad masculina

Descubre si son verdaderos... o falsos

La infertilidad masculina ha sido durante mucho tiempo un tema tabú para los hombres y también para las mujeres, y objeto de la invención de muchos mitos que en realidad no tienen ninguna consistencia científica. El Dr.Alberto Pacheco, director del Laboratorio de Andrología de IVI, responde a las diez preguntas más comunes que los hombres le hacen en la consulta a la hora de tener hijos: “¿Puedo sufrir infertilidad al tomar medicamentos para otras enfermedades?“, “¿es cierto que un aumento de la temperatura de los testículos afecta a la fertilidad?”… 

La infertilidad es la incapacidad de conseguir el embarazo tras más de doce meses intentándolo y afecta aproximadamente al 15% de las parejas. Dentro de ese porcentaje, entre el 30% y 35% es debido a causas masculinas, el mismo porcentaje a femeninas y el resto a ambas o a motivos desconocidos. Para estudiar la fertilidad masculina se lleva a cabo un análisis del esperma donde se testa el número, la actividad y la forma de los espermatozoides. Las principales alteraciones son la disfunción eréctil, la ausencia de eyaculación y las alteraciones en la producción del semen.

1. ¿Es la infertilidad del hombre un problema psicológico?
FALSO. En la inmensa mayoría de los casos, no lo es. Básicamente, se trata de un problema físico, originado por una deficiente función testicular, o por problemas anatómicos o urológicos de otro tipo. Cuando se debe a una alteración del primer tipo (deficiente función testicular), ésta suele provocar que haya menos espermatozoides de lo normal en el eyaculado, una producción de espermatozoides con alteraciones funcionales (como la baja movilidad espermática, por ejemplo) o, incluso, una ausencia total de ellos. Aun así, en un porcentaje de hombres pueden existir problemas psicológicos que impiden o dificultan una correcta relación sexual (un ejemplo son los problemas de erección).

2. ¿Puedo sufrir infertilidad al tomar medicamentos para otras enfermedades?
CIERTO. Efectivamente, existen ciertos medicamentos, especialmente los fármacos empleados en el tratamiento contra el cáncer, que alteran parcial o definitivamente la función testicular y, por tanto, la producción de espermatozoides. En IVI contamos con un Plan para la Preservación de la Fertilidad gratuito para pacientes con cáncer, que permite congelar los espermatozoides antes comenzar con los ciclos de quimioterapia para que no se vean afectados.

3. ¿Tienen relación la abstinencia sexual y la fertilidad?
CIERTO. Es verdad que la abstinencia sexual, en función de su duración, influye en la cantidad y calidad de los espermatozoides presentes en el eyaculado; cuando la abstinencia es de menos de un día, se pueden generar eyaculados con un menor número de espermatozoides, mientras que abstinencias prolongadas (más de una semana) pueden provocar una disminución en la movilidad de los mismos. Es por eso por lo que, para analizar la calidad espermática de un varón mediante un análisis de semen, la Organización Mundial de la Salud recomienda hacerlo tras un periodo de abstinencia de entre dos y siete días.

4. ¿Es cierto que un aumento de la temperatura de los testículos afecta a la fertilidad?
CIERTO. Los testículos están separados del resto del cuerpo, unidos únicamente por la bolsa escrotal, precisamente para mantener una temperatura dos grados menor que la del resto. Por ello, el aumento de temperatura en los testículos de manera prolongada y constante –como por el uso habitual de ropa interior ajustada o por la exposición constante al calor por motivos laborales o profesionales, etc.– afecta a la producción de espermatozoides.

5. ¿Influye la alimentación o los hábitos en mi fertilidad?
CIERTO. El consumo elevado de alcohol, tabaco y drogas, así como los malos hábitos alimentarios, afectan de manera significativa a la fertilidad, reduciendo no solo la cantidad de espermatozoides sino también su calidad. De igual forma, existen determinados alimentos o nutrientes con alta actividad antioxidante (como los frutos rojos y las vitamina C y E, entre otros) que pueden contribuir en cierta medida a mejorar la calidad espermática. Sin embargo, desde el punto de vista científico es difícil cuantificar el efecto concreto de cada uno de esos nutrientes en el incremento de la fertilidad masculina

6. ¿Puedo sufrir infertilidad tras practicar deportes de riesgo?
FALSO. Aunque puede ocurrir, no tiene por qué darse. Solo puede provocar infertilidad cuando la práctica de estos deportes de riesgo o de cualquier otra actividad física cause daño o lesión en los testículos o en el aparato reproductor masculino. Excepcionalmente puede ocurrir en deportistas profesionales, como el caso de los corredores de maratón u otros deportistas de alta competición, en los que sí hay estudios concluyentes sobre la relación.

7. Si estoy estresado… ¿puede influir en la concepción?
CIERTO. En cierta medida sí que puede influir. Las situaciones de estrés tienen repercusión en la actividad hormonal, y ésta a su vez regula la función testicular, con lo cual sí que puede disminuir la producción de espermatozoides.

8. Y si soy mayor… ¿es la edad un factor determinante en la fertilidad?
CIERTO. La edad en el hombre no es tan determinante como en el caso de la mujer, ya que la producción de espermatozoides se mantiene hasta edades bastante avanzadas. Aun así, sí está descrito que, con el aumento de la edad, en los varones va disminuyendo la producción de espermatozoides; además, existen determinados parámetros funcionales o genéticos que pueden verse también afectados con la edad.

9. ¿Puedo heredar la infertilidad?
CIERTO. En aquellos casos en los que la infertilidad es de origen genético –como en las mutaciones o las microdelecciones que afectan a genes relacionados con la producción de espermatozoides– sí se puede heredar, y a su vez transmitir a los hijos.

10. Si me hago una vasectomía, ¿significa que me vuelvo infértil?
FALSO. Tras la vasectomía, no se produce la salida de espermatozoides en la eyaculación, con lo que se elimina casi al 100% la posibilidad de gestación, pero sigues siendo fértil. Es una técnica de control de la natalidad muy sencilla y eficaz; el único inconveniente que presenta es que la reversión (volver a su estado normal) no siempre es eficaz en todos los hombres.