El ciberacoso es un problema creciente entre los niños y adolescentes que puede evitarse. No se trata de prohibir la utilización de las nuevas tecnologías, sino de buscar la ayuda de expertos que proporcionen asesoramiento y faciliten medidas de protección. Existen cuatro herramientas imprescindibles para atajar situaciones de ciberacoso.
Las nuevas tecnologías son útiles para que los niños aprendan y se diviertan, pero también entrañan riesgos. El ciberacoso o acoso psicológico entre iguales a través de medios telemáticos (ordenador, móvil, tablet) es un problema creciente: uno de cada cuatro casos de acoso escolar es por ciberacoso, un problema que aumenta a partir de los 13 años. Así lo constata el primer estudio que analiza el fenómeno del ciberacoso desde la perspectiva de los menores afectados, realizado por la Fundación ANAR, que ayuda a niños y a adolescentes en riesgo.
La agresión más habitual suele ser el insulto (62,6%), aunque también hay amenazas en el 24,3% de casos y, en menor medida, difusión de fotos, vídeos e imágenes comprometidas (20,9%). El teléfono móvil es la herramienta más habitual para acosar y, dentro de este medio, el WhatsApp (81% de los afectados) es la aplicación que más se utiliza.
El perfil de los ciberacosadores se corresponde con niños o adolescentes que pertenecen en la mayoría de las ocasiones al mismo centro escolar que la víctima y actúan en grupo (de 2 a 5 personas).
Casos de ciberacoso
Muchos padres se encuentran con situaciones ante las que no saben actuar, por ejemplo: “Han publicado fotos de mi hija en una fiesta en bañador sin su permiso”; “Mi hijo está abatido porque las peleas del colegio se agudizan en las redes”; “Me han llamado unos padres del colegio de mi hijo y me amenazan con una demanda por intercambios de los niños en Facebook”. Las preguntas de los padres ante estas situaciones son: “¿Qué hacer?”, “¿debemos consultar con un abogado?”, “¿cómo controlar el uso del móvil?”. La recomendación de los expertos en ciberprotección de ARAG, la compañía líder en Protección Jurídica, es que cuando las comunicaciones virtuales se convierten en amenazantes, se debe actuar de manera firme y resolutiva con todas las herramientas necesarias.
Medidas de protección
Con su servicio de Cyber Protección, ARAG pone a disposición de los padres cuatro herramientas imprescindibles para atajar situaciones de ciberacoso y establecer una prevención para el futuro.
– Defensa legal. Un abogado que asesora y realiza todas las gestiones y negociaciones con las otras partes, ya sea el centro escolar, las empresas web, o los particulares involucrados para poner fin a la situación de acoso.
– Rastreo y eliminación de información relativa al acoso. Una vez expuesto el caso al abogado, se rastrean y eliminan los contenidos que perjudiquen al niño, de forma articulada con las acciones legales.
– Programa de protección. Se trata de un programa informático diseñado para que los padres puedan supervisar y establecer límites razonables al uso que dan los hijos a los dispositivos electrónicos: ordenador, portátil, tablet o móvil. Por ejemplo, evita el acceso a páginas inapropiadas y restringe el uso de juegos y aplicaciones.
– Geolocalización. Permite localizar y bloquear a distancia los dispositivos móviles. Muy útil en caso de robo.
Este conjunto de medidas le ayudarán a proteger a sus hijos frente al ciberacoso o a solucionarlo si ya existe.