Si has decidido que tu embarazo te lo lleven en la sanidad privada, tendrás la oportunidad de elegir entre varios ginecólogos. En cambio, si decides hacer uso de la sanidad pública, las alternativas son más limitadas, ya que en la mayoría de los casos sólo existe un especialista por cada centro de salud.
Antes de decidirte por uno u otro profesional, infórmate sobre su forma de trabajar y también cómo es su trato con las pacientes. Puedes hacerlo mediante tres vías:
Pregunta a amigas o familiares. Si el ginecólogo que te interesa les ha controlado el embarazo, serán una fuente importante de información. En este caso, ten en cuenta también que esas amigas o familiares tengan criterios similares a los tuyos sobre el control del embarazo y el parto.
Pide consejo al médico de cabecera. Si estás contenta con tu médico de cabecera o el ginecólogo que te hace las revisiones rutinarias, puedes comentarles si conocen al especialista en Obstetricia por el que te intereses o si saben de alguno que puedan recomendarte.
Pregunta al personal sanitario. Si conoces a alguna enfermera, pediatra, matrona, etc., en el centro que te van a llevar el embarazo, no dudes en preguntarles. Ellos serán los que mejor te pueden informar sobre la forma de trabajo de cada profesional.
Pruebas durante el embarazo
Al margen de la forma de ser del tocoginecólogo o de la relación que mantenga contigo, has de saber que durante la gestación hay una serie de pruebas y controles que no debes saltarte:
- Se suelen realizar tres ecografías: la primera (en el primer trimestre de gestación) es vaginal, y las otras dos (en el segundo y tercer trimestre) son abdominales. En los centros privados pueden que te realicen más ecografías.
- Control del peso y de la tensión arterial por el ginecólogo o la matrona cada mes.
- Analítica completa de sangre y orina para saber si estás inmunizada contra la toxoplasmosis, la rubéola y para detectar incompatibilidades de Rh o posibles infecciones de orina; además de para controlar los niveles de hierro y calcio.
- Triple screening. Análisis de sangre para detectar anomalías cromosómicas en el feto, que se realiza entre la semana 13 y 18 del embarazo.
- Control de la glucosa. Análisis de sangre para determinar los niveles de glucosa en sangre, que se lleva acabo entre la semana 24 y 28. Si da positivo te realizarán otra prueba para confirmarlo pero previamente deberás tomar un jarabe muy dulce.
- Citología. En el octavo mes de embarazo se suele realizar un análisis del flujo y de las células vaginales para descartar la presencia de una bacteria (streptococo agalacteae). Este germen puede contaminar al bebé durante el parto, para evitarlo, si da positivo el análisis, se administra un antibiótico cuando se va a dar a luz.
- Amniocentesis. Sólo se realiza en determinados casos: cuando el triple screening da positivo, si la madre supera los 35 o 38 años (depende del centro hospitalario), si hay antecedentes de hijo o feto anterior con anomalía cromosómica o malformación relacionada con cromosomopatía, cuando los padres son portadores de alteraciones cromosómicas, y si existe ansiedad materna valorada por el ginecólogo.