La anemia y el estreñimiento son dos problemas que suelen afectar a un gran número de embarazadas. Si te notas cansada, u observas que estás más pálida de lo normal, debes comentárselo a tu ginecólogo; también si no vas al baño con regularidad o si cuando vas te cuesta mucho hacer deposiciones. Además, las siguientes recomendaciones dietéticas te ayudarán a mitigar estos problemas. Pon atención.
Durante el segundo y tercer trimestre del embarazo, las demandas de hierro son muy elevadas, y en ocasiones, la embarazada puede llegar a presentar una anemia (falta de hierro). Los síntomas de la anemia son palidez, cansancio, caída del pelo o uñas frágiles. Sin embargo, muchas veces cuando aparecen estas señales ya hay un descenso importante de hierro en el organismo. Si eres propensa a padecer anemia o muestras algunos de estos síntomas, coméntaselo a tu ginecólogo. Es muy probable que te haga un análisis de sangre con el fin detectar una posible anemia. Si la tienes, te recetará suplementos de hierro. Pero además, hay una serie de pautas dietéticas para evitar o disminuir estas carencias.
Medidas contra la anemia
Consumir alimentos ricos en hierro (mejillones, berberechos, almejas, carne de buey, caballo, ternera, huevo, pescado, legumbres, frutos secos, acelgas). No olvides que no puedes tomar pescados, carnes o mariscos crudos o marinados.
Tomar la dosis necesaria de vitamina B12, que sólo está presente en alimentos de origen animal: carne, pescado, huevos y lácteos.
Consumir habitualmente alimentos ricos en acido fólico (espárragos, espinacas, acelgas, guisantes, col, brotes de soja, frutos secos, huevo, carne, levadura de cerveza).
Tomar en cada comida alimentos ricos en vitamina C para mejorar la absorción de hierro. Especialmente los cítricos (tomates, pimiento, naranja, kiwi), y en general todas las frutas, verduras y hortalizas que se consumen crudas.
Medidas contra el estreñimiento
Otro problema que puede aparecer es el estreñimiento. No se recomienda tomar laxantes durante el embarazo, ni siquiera en forma de preparados naturales, “porque pueden actuar aumentando la motilidad intestinal y desencadenar contracciones en el útero”, advierte la nutricionista Marta Anguera. Hay una serie de pautas dietéticas que pueden ayudar a mejorar esta situación.
- Beber dos litros de líquido al día. Tomar fuera de las comidas agua y otras bebidas como: infusiones suaves (tila, maría luisa, manzanilla), zumos de fruta, caldos vegetales o leche.
- Tomar frutas y verduras. De 2 a 3 frutas medianas, un plato de verdura y un plato de ensalada cada día.
- Incluir legumbres y frutos secos en la alimentación diaria por su gran aporte de fibra.
- Introducir en la dieta alimentos integrales como el pan, los cereales, la pasta o el arroz.
- Añadir semillas de lino a los yogures, las ensaladas o las cremas de verduras para aumentar su contenido en fibra.
- Sustituir alguna toma de leche por yogures con bífidus, (dos yogures equivalen a tomar un vaso de leche)
- Tomar una buena cantidad de aceite de oliva (de 3 a 4 cucharadas soperas al día, y mejor en crudo)
- Realizar cada día ejercicio físico con moderación (pasear, nadar)
Más información
Página del Colegio Oficial de Enfermería de Barcelona. Se ofrece todo tipo de información, entre ella, podrás encontrar la referente a la alimentación durante el embarazo. (www.infermeravirtual.com/es-es/problemas-de-salud/tratamientos/alimentacion/situaciones-de-vida/alimentacion-embarazo/informacion-relacionada.html)