Incompetencia cervical

La incompetencia cervical es la causa de aproximadamente el 10% de los partos prematuros (antes de la semana 37 de gestación). El cuello del útero se dilata y acorta sin doler, adelantándose el parto. El tratamiento principal consiste en realizar un cerclaje en el cuello uterino para conseguir que el embarazo llegue a término.

Muchas mujeres padecen incompetencia cervical, un problema que afecta al cuello del útero y que compromete el embarazo. Ocurre cuando el cuello del útero se dilata sin doler durante el segundo y tercer trimestre de gestación, lo que puede provocar un parto prematuro. ¿Cómo se diagnostica? “La insuficiencia cervical se establece cuando el cervix o cuello uterino es menor de 25 mm medido por ecografía transvaginal en gestantes de menos de 24 semanas con una o más pérdidas gestacionales o partos pretérmino de 14-36 semanas y/o factores de riesgo para incompetencia cervical“, explica la Dra. Estefanía Cordero, ginecóloga en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares.
Algunas de las causas que pueden justificar el problema son la inflamación o infección intraútero, o la hemorragia o sobredistensión uterina. “Estos eventos pueden iniciar cambios bioquímicos en el cuello y provocar su acortamiento prematuro”, dice la ginecóloga.
En general, la mayoría de las gestantes logran alcanzar las 37 semanas de embarazo. “No existe una indicación de cesárea por el hecho de haber sido portadora de un cerclaje, es más, la mayoría de las pacientes suelen presentar partos vaginales”, afirma esta especialista. 

 

MUJERES MÁS PROPENSAS
Algunos factores de riesgo para la insuficiencia cervical pueden ser congénitos o adquiridos. Dentro de los primeros destacan:
– Alteraciones del colágeno: hay ciertas familias con predisposición a los partos prematuros debido a una alteración genética del colágeno.
– Anomalías uterinas: malformaciones como útero septo o bicorne, en ocasiones pueden asociarse a insuficiencia cervical.

Dentro de los adquiridos nos encontramos con:
– Trauma obstétrico: alteraciones cervicales ocurridas en partos previos, ya sean espontáneos o instrumentales.
– Dilatación mecánica: ocurridas durante interrupciones de gestación, procesos ginecológicos previos, etc…
– Conización previa: cirugía en el cuello del útero.

 

TRATAMIENTO PARA LA INCOMPETENCIA CERVICAL
Recientemente ha salido un nuevo dispositivo que evita los partos prematuros, se denomina pesario cervical y es una especia de anillo de silicona que se coloca alrededor del cuello uterino. “Hoy en día no es una técnica que esté universalmente implantada y, en general, se coloca como alternativa al tratamiento con progesterona en cuellos cortos, pero en principio no está indicado para la incompetencia cervical. En un futuro, cuando se realicen más estudios seguramente tenga una indicación más generalizada”, aclara la ginecóloga.
Actualmente, el tratamiento de la incompetencia se basa principalmente en realizar un cerclaje. Se trata de una técnica sencilla y rápida, que se realiza por vía vaginal en casi el 100% de los casos, requiere anestesia regional, y consiste en aplicar una sutura alrededor del cuello uterino para impedir que éste se dilate. Existen varias tipos:

– Cerclaje profiláctico o electivo. Cuando la mujer presenta historia de varias pérdidas gestacionales y/o partos prematuros asociados a incompetencia se realiza el cerclaje entre las 13 y 16 semanas de gestación.
– Cerclaje terapéutico o secundario. En las mujeres que no cumplen criterios de cerclaje electivo pero que por su historia previa el médico sospecha de incompetencia, se les pauta tratamiento con progesterona para evitar el acortamiento cervical y se les realizan controles seriados de longitud cervical por ecografías. Si en algún momento detectan un cérvix menor de 25 mm se indica el cerclaje
Cuando la gestante presenta factores de riesgo para incompetencia cervical pero no tiene partos prematuros previos, se le realiza, como a cualquier embarazada, una medición del cuello uterino en la semana 20 de gestación mediante ecografía y se trata con progesterona cuando mide menos de 25 mm.
– Cerclaje de emergencia. Cuando la embarazada presenta las membranas amnióticas visibles a través de un cérvix dilatado, “en este caso se realiza un cerclaje de emergencia siempre y cuando se descarte infección intraamniótica”, incide la ginecóloga.
El cerclaje se retira de forma indolora y ambulatoria alrededor de la semana 37–38. “El problema es que estas pacientes presentan un mayor riesgo de parto prematuro, por lo que el control de la gestación se realizará en la mayoría de los centros en la consulta de gestación de riesgo. Esto depende, obviamente, de los protocolos de cada centro”, explica la Dra. Estefanía Cordero.
Durante la gestación se recomienda a las mujeres con cerclaje disminuir la actividad física, sobre todo si éste es secundario o de emergencia; no se recomienda reposo absoluto salvo contadas excepciones. En cuanto al cese de las relaciones sexuales, no hay una conducta unánime a seguir, según explica la ginecóloga, “depende del tipo de cerclaje que se haya realizado, pero lo que sí se recomienda es utilizar preservativo, puesto que en el semen existen prostaglandinas que pueden provocar contracciones”.

 

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