Durante el embarazo la piel está sometida a cambios importantes que producen roturas en el tejido dérmico dando lugar a las antiestéticas estrías. Evitar la exposición al sol y masajear las zonas más sensibles, previene su aparición.
Entre el 75 y el 95% de las mujeres que no toman medidas preventivas durante la gestación, padecen roturas del tejido dérmico, que es lo que conocemos como estrías en la piel. La distensión a la que se ve sometida la piel por el aumento de volumen hace que esto ocurra sobre todo en la parte interna de los muslos, los glúteos, cadera, pechos y abdomen. Al inicio de su aparición se muestran como unas líneas de color rojo o rosáceo y con el tiempo se vuelven blancas. “Es imprescindible mantener la piel bien nutrida durante los meses de gestación para conservar su elasticidad aplicando, al menos dos veces al día, una crema antiestrías con sustancias que favorezcan la formación de las fibras elásticas y de colágeno, como la centella asiática, y con activos reparadores, como la rosa mosqueta, que sustituyan las estructuras alteradas” explica Belén Benito, farmacéutica de Laboratorios Suavinex. Según la especialista, otras medidas preventivas que se pueden adoptar para frenar su aparición son: beber agua en abundancia; intentar realizar ejercicio suave para mantener el tono muscular; o evitar la exposición al sol, que altera las fibras de colágeno y de elastina.
DIEZ CONSEJOS PARA PREVENIR LAS ESTRÍAS DURANTE EL EMBARAZO
Para prevenir las estrías debes aplicar a diario productos especiales y masajear la zonas con más riesgo (gluten, pecho, muslos, abdomen, caderas) para activar a circulación sanguínea. Además, sigue estos consejos:
1. Nutrir la piel a diario para conservar su elasticidad, y que esté preparada para resistir la distensión ocasionada por el aumento de volumen corporal ligado al embarazo. Para lograrlo, se aconseja emplear dos veces al día una crema antiestrías con sustancias que favorezcan la formación de las fibras elásticas y de colágeno, como la centella asiática y con activos reparadores como la rosa mosqueta, que sustituyan las estructuras alteradas.
2. Hidratar la piel desde el interior. Beber agua, además de ser esencial para el buen funcionamiento del organismo, permite conservar la elasticidad de los tejidos.
3. Evitar exposiciones al sol y utilizar protectores solares en caso de hacerlo, ya que el sol acentúa las estrías en lugar de atenuarlas, pues altera profundamente las fibras de colágeno y de elastina.
4. Llevar una alimentación equilibrada, conservando un alto contenido proteico (carnes, pescados…) y consumir alimentos ricos en vitaminas A, E y C y en magnesio (indispensable para la síntesis de colágeno).
5. Estimular la circulación cutánea con masajes circulares al aplicar la crema antiestrías en vientre, glúteos, caderas, pechos y muslos (sin presionar demasiado). Pellizcar también suavemente la zona con los dedos para fortalecer la piel.
6. Es recomendable realizar ejercicio suave. El mantenimiento de un buen tono muscular protege de las distensiones ejercidas sobre la piel durante el embarazo.
7. No fumar ni durante el embarazo ni durante el post-parto. Fumar está totalmente desaconsejado durante el embarazo, por los peligros que conlleva para el bebé, pero además el tabaco disminuye la producción de colágeno y elástica.
8. Llevar un sujetador que se adapte al tamaño del pecho (incluso para dormir en el caso de que sea muy abundante) ayuda a la piel a enfrentarse a las grandes variaciones de volumen, inducidas por el embarazo y la lactancia.
9. Continuar el tratamiento antiestrías durante dos o tres meses después del parto hasta que la piel vuelva a su estado natural, ya que a veces aparecen estrías después de dar a luz.
10. Evitar los tratamientos con retinol-A, no están recomendados ni para embarazadas ni para mujeres que estén amamantando a sus hijos.
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