Sí, se puede viajar a la romántica isla de Venecia y pernoctar en un camping. Existen muchos a la afueras de la ciudad, allí donde no hay riesgo de que el mar inunde la tierra.
Fotos: Juan Fernández
“Veneeeeeezia, Veneeeeeezia, vamos juntos hasta Italia…”. Al arribar en Venecia, lo primero que sorprende es el tráfico de góndolas, tan intenso, tan denso, que resulta caótico. Un bullicio de pitos gondoleros: taxis góndola, policía municipal en góndola, turistas en góndola… Y todo ello, envuelto en un ligera bruma. No en vano la ciudad parece flotar en el mar. Por fortuna, en las calles estrechas del interior de la ciudad se circula con más calma. Como es lógico, sobra decir que hay que vigilar a los niños, sobre todo porque pueden caerse al mar en un descuido. Sí, sí, al final de la acera está el mar. Pero tranquilidad, ¡qué no cunda el pánico!; también existen zonas en Venecia donde se puede pasear sin ver el mar o sin tener que subir en góndola.
En los campings venecianos, situados en el litoral de Cavallino, encontrarás, además de los servicios básicos (baños, tienda de comestibles, luz, agua…), todo un despliegue de sugerentes actividades, propias de un establecimiento hotelero, como clases de aeróbic y animación para adultos, juegos para niños y, por la noche, espectáculo musical o de variedades. Tienen la ventaja de que son más económicos que un hotel y podéis llegar a la ciudad de Venecia en pocos minutos, a bordo de uno de los muchos barcos que salen a diario.
En el litoral del Cavallino encontraréis variedad de campings. Este litoral es un lengua de tierra que se adentra en el mar y que se sitúa cercana a la isla de Venecia. De modo que podéis llegar en coche hasta el camping y luego subiros en un barco para visitar Venecia. Además, la mayoría de estos campings disponen de salida directa a la playa, algo esencial para los niños. Conviene que reservéis antes de llegar, o al menos, no lleguéis de noche para buscar alojamiento. Necesitaréis tiempo para buscar la zona de campings, hacer la reserva, y montar la tienda o descargar vuestro equipaje en el bungalow.
Dos consejos: no olvidéis llevar productos antimosquitos indicados para los más pequeños; podéis encontrarlos en forma de crema o spray, e incluso existen velas cuyo aroma ahuyenta a estos insectos y resultan muy prácticas para cenar en el porche de la tienda de campaña. Y, sobre todo, no olvidéis llevar la tarjeta sanitaria europea, para ello debéis acudir a la oficina de la seguridad social que os corresponda por zona (preguntad en vuestro centro de salud) y solicitarla; suele tener validez durante un año.
NO TE LO PIERDAS
La Plaza de San Marcos, es la única plaza que existe en Venecia. Os parecerá impresionante, conformada por multitud de arcos (no intentéis contarlos), y visitada por multitud de turistas y de palomas. Esta plaza es el lugar más bajo de la ciudad, por eso, cuando llueve mucho y sube el nivel del Mar Adriático es lo primero en inundarse. Los edificios que la dominan son la Basílica de San Marcos (no os perdáis las pinturas que se exhiben en su fachada) y el Palacio Ducal.
Comer pizza. Un día en Venecia da para mucho: podéis pasear por sus calles, asistir a algún mercadillo, visitar iglesias (son todas monumentos) y, por supuesto, tomar pizza, tened en cuenta que estáis en el país de las pizzas, algo que lo niños agradecen.
GUÍA PRÁCTICA
Camping Vela Blu: Podéis buscarlo en google y pinchar en “traducir página” si os resulta complicado el italiano o ir directamente a esta dirección: www.velablu.it
Camping Garden Paradiso: www.gardenparadiso.co.uk
Camping Europa: www.campingeuropa.com
Camping Residence Village: www.residencevillage.com