El acoso escolar o “bullying” sigue aumentando y, a tenor de los últimos acontecimientos, parece que las medidas adoptadas a nivel político no surten efecto. El programa finlandés Kiva, que centra su atención en los testigos para que aprendan a detectar casos de “bullying” y empaticen con la víctima, ha conseguido reducir los casos de acoso escolar en Finlandia un 70% en siete años. En España se aplica en pocos centros escolares.
La lacra del acoso escolar o bullying cabalga: una niña de 13 años, Lucía, ha encontrado más motivos para morir que para seguir viviendo. Antes de Lucía, lo hicieron otros: Jokin (14 años), Carla (14 años) y Aránzazu (16 años). Todos ellos compartían una cruel realidad: sufrieron durante meses el acoso y la humillación de algunos de sus compañeros de colegio ante la pasividad de los profesores y la impotencia de las familias. Y el problema sigue creciendo sin solución a la vista. “La frecuencia del acoso escolar ha aumentado considerablemente en los últimos años y es uno de los principales problemas de los centros educativos de nuestro país”, apunta Lucia Romero Iglesias, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic Córdoba. El Ministerio de Educación estima que 4 de cada 100 niños y niñas sufre acoso escolar. Y, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), España se encuentra en el cuarto lugar en el ranking mundial por incidencia de acoso escolar. La Federación Olívica de Asociacións Nais e Pais de Alumnos de Vigo (Foanpas) está percibiendo un aumento de las familias que llaman a su puerta con este problema y lo más alarmante es que parece agravarse en Educación Primaria, en niños de entre 5 y 12 años aproximadamente.
Niños víctimas de acoso escolar
Los niños que sufren acoso experimentan cambios en su conducta: “A menudo no se dan de un día para otro, sino que es un proceso lento y progresivo: primero hay un cambio de comportamiento, el niño se muestra nervioso, y se niega a ir al colegio, también es frecuente que intente salir antes de clase para regresar a casa; el fin de semana está bien y el domingo por la noche empieza a encontrarse mal; y deja de hacer aquello que tanto le gustaba hacer y en casa se muestra poco hablador y apático. A nivel emocional, está triste, contesta mal y experimenta explosiones de ira. En el colegio, se produce un descenso en su rendimiento escolar y a menudo pierde o se le rompe la ropa o material escolar. Las alteraciones de sueño y apetito son habituales. Los daños físicos o lesiones también son signos de alerta”, detalla la psicóloga. Ante esta situación, la especialista aconseja comunicarlo al equipo de orientación y dirección del centro escolar. Por su parte, la familia debe promover las relaciones de apoyo, comunicación y confianza con el niño: dialogando con ellos, evitando culpabilizaciones y reforzando su autoestima.
Hay colegios que niegan o tapan el acoso, ¿qué hacer?
Para la psicóloga clínica Lucia Romero Iglesias, el primer paso que deben dar los padres es pedir una cita por escrito con el tutor para que quede constancia de que está informado de lo ocurrido. Si el problema continúa, pedir una segunda cita, ésta vez con el equipo de orientación y el director/a del colegio. Tras la reunión, esperar una semana, y volver a concertar una cita para que nos comunique qué medidas se han adoptado y se están poniendo en marcha. “Si en un mes no se ha solucionado el problema, se deben tomar medidas más severas: presionar al centro escolar, hablar con el inspector de educación, fiscalía de menores, y en último caso denunciar al colegio. En la mayoría de los casos los padres no llegan a estos extremos y cambian al menor de colegio, sin embargo no es raro que de nuevo vuelva a sufrir acoso escolar ya que este niño/a llega con una vulnerabilidad que es rápidamente detectada por sus nuevos agresores”, afirma.
Kiva, el programa que funciona contra el acoso
KiVa es un programa de origen finlandés para prevenir y solucionar casos de acoso escolar. En Finlandia ha conseguido reducir más del 70% de los casos de acoso escolar desde 2009. Este programa se centra en los testigos o espectadores, es decir, en los niños que no sufren el acoso pero que lo ven y lo consienten: el objetivo es que aprendan a detectar casos de bullying y empaticen con la víctima. La premisa de este programa es clara: sin espectadores que refuercen las conductas del agresor, el acoso escolar tiende a extinguirse. Este programa se ha extendido y ya se está aplicando en colegios españoles, como el centro escandinavo de Madrid, o la escuela finlandesa de Fuengirola (Málaga).
Otra iniciativa contra el acosos escolar, también centrada en los testigos para que apoyen y ayuden a la víctima, es la campaña “Se buscan valientes”, de Mediaset.
TELÉFONO PARA DENUNCIAR EL ACOSO: 900 018 018. Si lo estás sufriendo o conoces algún caso de acoso, llama.