Así se atragantan los niños

Los alimentos con los que más se atragantan los niños son los frutos secos, las salchichas, los caramelos, la zanahoria y la manzana crudas, la carne y las espinas de pescado. No se deben ofrecer al niño antes de los tres años, en el caso de la carne, puede tomarla triturada en puré o en pedacitos diminutos si ya sabe masticar.

Los especialistas advierten sobre el peligro que entraña ofrecer frutos secos a los niños menores de tres años por el alto riesgo de atragantamiento que conlleva. Sin embargo, existen otros alimentos que también son peligrosos. Según explica la Dra. Ana Martínez Rubio, pediatra de Atención Primaria y miembro del Grupo PrevInfad de la AEPap (Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria), una revisión de estudios sobre cuerpos extraños encontrados en las vías aéreas de los niños, en distintos lugares del mundo, muestra que lo más frecuente son los frutos secos (cacahuetes, avellanas, pipas de girasol, palomitas de maíz), seguido de zanahorias, caramelos y carne. En Turquía, por ejemplo, el cuerpo extraño más frecuente que produce atragantamiento, según esta revisión, son las semillas de sandía, probablemente porque en ese país se consuma mucho este tipo de fruta.
Otro estudio realizado en 26 hospitales pediátricos de Canadá y Estados Unidos (1989–1998), que incluyó a 1.429 lactantes y niños, encontró que los cacahuetes eran la causa más frecuente de lesiones por atragantamiento, pero que –atención– los perritos calientes (salchichas) se asociaban más a menudo con resultados fatales. Es decir, que los atragantamientos por salchichas suelen tener mal pronóstico. “Tiene su lógica, pues un corte de salchicha es un cilindro redondo que se puede atascar en la tráquea, con lo que se obstruyen los dos bronquios, lo cual puede ser fatal si no se realiza la maniobra Heimlich muy rápidamente”, advierte la pediatra, quien también señala que este alimento sube en la estadística de atragantamientos conforme aumenta la edad del niño, “porque la comen más a menudo y probablemente porque no se supervisa tanto a los niños más mayores”, dice.
En España también es tradición tomar uvas en Nochevieja para despedir el año: se toman 12 uvas, una por cada campanada que da el reloj de la Puerta del Sol (Madrid). Pues bien, los otorrinolaringólogos alertan del peligro que supone que los niños menores de cinco años coman uvas enteras por el riesgo de atragantamiento o asfixia. “Esta fruta, por sus cualidades en cuanto a su forma y textura, puede provocar una obstrucción en las vías respiratorias”, asegura el doctor Raimundo Gutiérrez Fonseca, vicesecretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Por ello, recomiendan modificar su forma: cortárlas en varios trozos y quitarles la piel y las pepitas.

Alimentos peligrosos
La conclusión del estudio es que los alimentos duros, redondos con alta elasticidad o propiedades de lubricidad, o ambos, suponen un importante nivel de riesgo, como los caramelos. Entre otros alimentos, advertir en contra de la zanahoria cruda y la manzana también cruda, (las demás frutas son blanditas y resbalosas y es muy raro que causen atragantamientos). También la carne en trozos grandes, los huesos y las espinas de pescado“, avisa la Dra. Martínez Rubio. Las palomitas de maíz son peligrosas, no tanto la parte blanca, sino los granos que quedan sin explotar o los restos de cáscara (duras y marrón) que quedan adheridos. Las nubes de azúcar pueden ocluir las vías respiratorias porque son blandas, elásticas y cilíndricas (tienen forma de salchicha), por lo que tampoco se recomiendan a niños menores de tres años. Otro fruto seco a evitar son las pipas, “en España comemos muchísimas pipas de girasol, tan peligrosas son enteras como peladas, igual que la misma cáscara”, dice la pediatra. En cuanto a los chicles, pueden obstruir también la tráquea, aunque lo más frecuente es que se los traguen. 

 

Ni comer en el coche ni jugar mientras come
A partir de los tres años, los niños van adquiriendo independencia y disminuye el papel de los padres como “barrera” física, pasando a convertirse en educadores y consejeros. “Siempre hay que estar ojo avizor: un consejo es que los niños no coman cuando van en el coche porque no podemos ver si se han atragantado y, en caso de verlo, no siempre se puede parar bruscamente”, indica Martínez Rubio.
Se debe insistir también en que el niño no corra, juegue o ría mientras come porque si tiene en la boca alimentos pueden introducirse en los bronquios.
En el caso de las salchichas, conviene partirlas a los largo y después trocearlas en porciones menudas, y enseñarles a comerlas siempre de esta manera. Así se evita la forma cilíndrica que suele dar problemas en caso de atragantamiento.

 

Qué hacer si se atraganta
La maniobra para desobstruir las vías respiratorias la deben conocer todos los padres desde el mismo momento en que se empieza a dar a los bebés alimentos distintos de la leche. Siempre que ocurra un atragantamiento y el niño no pueda respirar, se debe llamar a emergencias. Mientras, se pueden realizar una serie de maniobras para que expulse el alimento.

– Bebé de menos de 1 año: se coloca al bebé sobre uno de los antebrazos, “cuesta abajo” (con la cabeza más abajo que los pies), y con la otra mano se dan 3–4 golpes moderadamente fuertes en medio de las escápulas (omoplatos), en la espalda. Si no funciona, se da la vuelta al niño, se le pone boca arriba y se aprieta fuerte 3 veces en el estómago, en dirección a la boca.

– Niños que pesan un poco más pero aún son manejables, se pueden poner boca abajo y cabeza abajo sobre las piernas estiradas e inclinadas (como si fueran un tobogán), y dar los 3–4 golpes en la región escapular.

Niños mayores y adultos: se realiza la maniobra de Heimlich: hay que colocarse por detrás de la persona, juntar las dos manos a la altura de su estómago y dar un empujón fuerte en sentido oblicuo ascendente (o sea, en dirección a nuestro cuerpo y un poco hacia arriba). A veces hay que hacerlo varias veces. “Si se trata de un niño más bajito que nosotros, nos arrodillaremos detrás del niño para sujetarlo con nuestro cuerpo y lo demás se hace igual”, explica la Dra .

Atragantamientos en niños: primeros auxilios (BBC mundo) en vídeo