Comer en familia

Comer en familia, desayunar correctamente, dormir no menos de ocho horas y hacer algo de ejercicio ayuda a los menores a reducir el riesgo de padecer obesidad. Aprovechad las vacaciones para instaura buenos hábitos de alimentación y para educar a los niños en nutrición.

Uno de cada tres niños españoles tiene sobrepeso y uno de cada cinco es obeso, así lo confirman los últimos estudios epidemiológicos, siendo España uno de los países europeos que mayor tasa de obesidad infantil presenta y, sobre todo, en el que la obesidad infantil aumenta más rápidamente. Un factor que puede proteger contra la obesidad es comer en familia y educar al niño sobre las pautas más correctas de alimentación. “El encuentro clásico de la familia reunida en torno a la mesa, al menos 3 veces a la semana, reduce en un 32% el riesgo de trastorno alimentario y en un 15% el riesgo de obesidad en los niños”, concluye la doctora Pilar Riobó Serván, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y jefe asociado de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz, en Madrid. 
Hay un mayor consumo de alimentos preparados con elevado contenido en grasa saturada y azúcares simples y que en cambio aportan pocos micronutrientes (vitaminas y minerales), como bollería, dulces y golosinas, frente a un consumo muy por debajo de lo recomendado de fruta, verdura, legumbres”, explica la Dra. Pilar Gómez Enterría.

 

Educar al niño en nutrición
Las vacaciones escolares pueden ser una buena época para intentar establecer unos hábitos de vida más saludables.

– DESAYUNAR SIEMPRE. La doctora Riobó explica que la educación en cuestión de alimentación del menor a de partir de los padres: Por ejemplo: el desayuno es fundamental, -asegura- Hay estudios que demuestran que los niños que desayunan convenientemente tienen menos riesgo de padecer obesidad”. La doctora Pilar Gómez Enterría, explica que “en vacaciones, al no depender del horario para ir al colegio, sería conveniente inculcar a los más pequeños el hábito de realizar un desayuno correcto, incluyendo un lácteo, hidratos de carbono y fruta“.

– COMER EN FAMILIA. Otro aspecto fundamental en la educación de los más pequeños es el hecho de comer en familia. Las rutinas horarias son muy importantes: “Si el niño tiene hambre, comerá, sin embargo, es fundamental que los niños no coman entre horas”, dice Pilar Riobo. 

– DAR EJEMPLO. El papel de los padres en la prevención del sobrepeso es fundamental. “No podemos pretender que a un niño le guste la verdura si sus padres no comen verdura. El mejor consejo que una madre puede darle a un hijo es cómete la verdura“, asegura la doctora Riobó. En este sentido, la doctora pone de manifiesto que existen frases hechas o tópicas entre las madres, que no sirven sino para “demonizar” determinados alimentos: “Si te comes la verdura te doy de postre helado es un mensaje erróneo, -apunta la doctora Riobó- pues se está dando a entender al niño que la verdura es lo malo, mientras que el helado es lo bueno”.

– NO NEGOCIAR CON LA COMIDA. Otro consejo importante que ofrece la doctora Riobó es la no negociación con la comida. Es cierto que no es aconsejable obligar al niño a comer algo que no quiere, sin embargo, tampoco podemos caer en la trampa de la negociación, admitiendo que coma sólo aquello que le es grato, asegura. 

– INCLUIR FRUTAS Y VERDURAS. “Es un buen momento para incluir en la alimentación  de los más pequeños frutas y verduras de temporada, al tiempo que se limita el consumo de bollería comercial, platos precocinados desequilibrados, golosinas, fritos comerciales, etcétera”, asegura la doctora Pilar Gómez Enterría. Para mantener una buena hidratación, la doctora recomienda “estimular el consumo de agua o de zumos naturales.