¿Con quién dejamos a los niños?” La duda surge cuando los pequeños se ponen enfermos y no pueden ir al colegio o a la guardería, cuando los horarios de trabajo son incompatibles con los de los niños, cuando los padres se van de viaje y no pueden o no quieren llevarlos. Muchos recurren a los abuelos, pero cuidado: ¿sabéis valorarlos para que la relación sea armónica
Los abuelos se han convertido en una pieza clave en la conciliación familiar. El barómetro del CIS reveló que el 30% de los españoles asegura que los abuelos ayudan o han ayudado económicamente en la familia. “Para un pequeño saber que en la familia hay más referentes paternales, ya que cuando los padres no están los abuelos ocupan esa función, le ofrece seguridad y crecimiento afectivo”, explica Mónica Dosil, psicóloga de ISEP Clinic Castelldefels, en Barcelona.
Los inconvenientes de que los niños estén cuidados por los abuelos aparecen cuando éstos no tienen bien definida su función, es decir, los padres esperan que los abuelos se comporten como si fueran los padres. “Lo único que debe darse siempre entre la relación abuelos-nietos o padres–abuelos es el respeto por las circunstancias del otro”, aconseja la psicóloga.
Llegar a acuerdos con los abuelos
Es muy probable que si a los hijos los cuidan los abuelos durante un tiempo, cuando regresen con los padres, estarán más consentidos o mimados. “El abuelo ejerce otro tipo de cuidado del nieto, por lo general, más flexible y consentidor, a veces, la función pedagógica que ejercen los padres no pueden llevarla a cabo, pero eso no tiene porque ser un problema”, indica Mónica Dosil.
- Quién educa a los nietos. Debéis tener en cuenta que la parte pedagógica debe quedar en manos de los padres, ya que vosotros sois los responsables de la educación de vuestros hijos.
- Celos abuelos–nietos. Cuando aparecen celos entre los abuelos y los nietos, es porque el abuelo se ha puesto en un lugar incorrecto en relación al nieto. “El abuelo es el adulto y no debe ocupar un papel de competidor con el pequeño”, explica la psicóloga.
- No valorar la ayuda de los abuelos. El abuelo no es el objeto de los padres, por ello, el acuerdo deben definirlo entre los padres y los abuelos. “Los padres no son los únicos que deciden, si lo vemos así, no se abusa jamás del abuelo, ya que él también decide si quiere o no encargarse de todo lo que se le propone” aconseja Mónica Dosil. Los padres deben decidir junto a los abuelos un horario y unas formas en las rutinas de cuidado de los niños que deben respetarse por ambas partes. Si el abuelo siente que se valora su dedicación no remunerada por sus nietos e hijos, se siente muy satisfecho.
Si se abusa de los abuelos, significa que los padres no valoran la importancia de la función de áquellos. “Los abuelos jamás serán solo cuidadores de los niños, si los padres no perciben esto puede producirse un alejamiento afectivo entre los padres y los abuelos que puede verse reflejado sobre el niño”, indica la psicóloga. No se debe pensar siempre en lo que no hacen los abuelos o lo mal que lo hacen sino en las cosas buenas que ofrecen a los pequeños.
Recomendaciones de convivencia
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ofrece una srie de recomendaciones para que la relación familiar sea enriquecedora.
1. Hablar con confianza, sin miedos ni chantajes y resuelvan sus diferencias.
2. Si hay un conflicto se debe solucionar de manera positiva. Hay que llegar a acuerdos, sin discutir y menos delante de los niños, señala la doctora Teresa Valls Durán, pediatra jubilada.
3. Se deben establecer algunos límites razonables en la crianza de los niños, comunes para padres y abuelos. Los límites serán pocos, razonables, rígidos, irrenunciables, firmes y puestos en un momento en el que se está sereno.