Los niños procedentes de adopciones internacionales suelen presentar problemas leves de salud (dermatitis, anemia, bajo peso y talla, y problemas de alimentación o del sueño). Los pediatras recomiendan a los padres realizar una visita previa a la adopción para estudiar los informes preadoptivos y llevar a cabo la primera evaluación médica del pequeño unas dos semanas después de llegar a la familia.
Según datos actuales del Ministerio de Educación, Deporte y Política Social, desde 1997 hasta el año 2007 se han adoptado 37.582 menores de países extranjeros en España. Los lugares donde han vivido, la falta de estímulos y afecto, la carencia de vacunas o la infestación de parásitos son algunas de las causas de las patologías que sufren estos niños. La mayor parte de las enfermedades que padecen se corrigen con terapias adecuadas. Según la mayoría de estudios realizados, existen una serie de patologías o desajustes en estos niños. Son las siguientes:
- Las más frecuentes (25%): retraso leve en el desarrollo de peso y talla, la anemia, problemas dermatológicos banales (como dermatitis) y problemas de alimentación o del sueño.
- Menos habituales (entre un 5 y un 25%): serían una malnutrición o un retraso de talla de mayor grado. También en este grupo se incluirían los trastornos leves de conducta como falta de atención, impulsividad o deficiente adaptación social, problemas buco-dentales, de oído o infecciones leves.
- Muy raras (en alrededor del 2%): malnutrición o déficit de talla severos, alteraciones endocrinas, hepatitis, hemoglobinopatías, raquitismo, e infecciones crónicas (TBC, sífilis congénita, toxoplasmosis, paludismo, enfermedad de Chagas, parásitos tropicales y en algún caso puntual VIH o malformaciones congénitas).
Visitas al pediatra de los niños adoptados
“La visita preadoptiva al pediatra de Atención Primaria es importante. Por supuesto, los padres deberán encargarse de una traducción fidedigna de los informes, pero una vez solventado ese problema, nos encontramos con que dichos informes preadoptivos son incompletos y no del todo fiables”, apunta el Dr. Jesús García Pérez, miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Cuando el niño ha llegado a España, los pediatras recomiendan dejarle unos días de adaptación pero “sin retrasar demasiado la primera evaluación pediátrica tras la llegada, por si hubiera alguna infección (se recomienda unas dos semanas después); y de forma inmediata, si existen signos o síntomas clínicos de enfermedad aguda”, señala el pediatra. En esta primera visita, el médico tendrá en cuenta aspectos como la medición del crecimiento y la nutrición, el calendario vacunal de su país nativo, y la evaluación del desarrollo psico-motor, de la audición, del lenguaje y de la afectividad, así como de la adaptación a la nueva forma de vida.
Signos de alarma
El pediatra estará atento ante la presencia de signos de alarma para evaluarlos adecuadamente, tratar de resolverlos o derivarlos a otros profesionales si fuera necesario. Si observas en tu hijo alguno de los siguientes signos, coméntaselo a su pediatra:
– El niño presenta comportamientos que a la familia le resultan intolerables o imposibles de afrontar o que repercuten negativamente en el resto de la familia.
– Se muestra triste, deprimido, aislado y crees que está sufriendo pasado un tiempo razonable de convivencia.
– Presenta problemas con la alimentación: problemas para masticar y tragar alimentos sólidos, apetito exagerado, dificultades para identificar la sensación de saciedad, dificultades para aceptar los nuevos alimentos.
– El niño presenta problemas de sueño: como dificultades para conciliar el sueño, pesadillas, terrores nocturnos, insomnio, sueño intranquilo.
– Tiene dificultades en el colegio que los profesores no saben abordar.