¿Está sobrediagnosticado el TDAH?

Distintos estudios han encontrado sobrediagnóstico en el TDAH. Un trastorno que puede confundirse con síntomas de inmadurez en el niño, como inatención e impulsividad. Una nueva prueba de diagnóstico podría ayudar a detectarlo mejor.

El sobrediagnóstico del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) sobrevuela la cabeza de muchos padres. Hay niños que son claramente diagnosticados por los síntomas que presentan, pero en otros surgen dudas. Una revisión reciente de estudios, llevada a cabo en el Departamento de Psicología Clínica del Niño y del Adolescente en la Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), sugiere que se produce un diagnóstico erróneo en el TDAH: El sobrediagnóstico involuntario puede ocurrir debido al uso de la heurística –sin tener en cuenta las causas diferenciales de la conducta observada–, el respaldo engañoso de los síntomas por parte de los cuidadores o la interpretación diferencial de los criterios de diagnóstico por parte de los examinadores.

  

Inquieto o hiperactivo 
El mismo trabajo señala que la inmadurez del niño puede confundirse con un trastorno de la conducta: “Los niños más pequeños de la clase, que cumplen años después de la fecha límite para la escolarización, pueden cumplir los criterios diagnósticos de TDAH y parecen beneficiarse de la medicación, aunque su comportamiento podría formar parte del curso normal de neurodesarrollo”. Estos fallos en el diagnóstico se deben, según explica el neurólogo Diego García Borreguero, a los actuales sistemas de detección: “Se basan exclusivamente en la historia clínica aportada por los padres, familiares y educadores, así como en la evaluación del mismo paciente. Lo que lleva siempre asociado un cierto grado de subjetividad, tanto por parte de los que informan como de los evaluadores”. Una evaluación que puede llevar, según dice, a que conductas normales en la infancia, como la impulsividad o la inatención, puedan confundirse con TDAH. Incluso otras patologías, “como alteraciones en el desarrollo del lenguaje y del aprendizaje, dislexia, disprasia, trastornos de ansiedad, cuadros obsesivos compulsivos, depresión, trastornos del sueño, cuadros epilépticos, Síndrome de Tourette, alteraciones tiroideas o efectos secundarios de fármacos, también podrían confundirse con TDAH”, dice el neurólogo.

   

Nueva prueba de diagnóstico
Otro estudio llevado a cabo por psiquiatras norteamericanos detecta un 34% de diagnósticos incorrectos. El Instituto de Investigaciones del Sueño (IIS) acaba de presentar una nueva prueba para añadir al diagnóstico del TDAH, que se basa en la realización de un electroencefalograma cuantitativo que mide la disfunción cerebral. “Se realiza a los niños ya diagnosticados clínicamente con TDAH, dura entre 20 y 30 minutos y consiste en la aplicación de diversos electrodos en la cabeza”, informan desde el Instituto. Hay que tener en cuenta que este trastorno se encuentra estrechamente ligado con los problemas del sueño: la probabilidad de que un niño con TDAH sufra alteraciones en el sueño es 2–3 veces mayor que la de los niños sin este diagnóstico. De hecho, “el 30% de los niños con este trastorno padecen simultáneamente apnea del sueño y el 44% Síndrome de Piernas Inquitas, algo que pasa desapercibido con frecuencia para el médico”, señala Diego Borreguero.