Fimosis en el niño

La fimosis es el estrechamiento de la piel que recubre el glande o parte final del pene, de manera que es imposible que dicha piel descienda y deje al descubierto el glande. En la mayoría de los casos se soluciona por si sola a los tres años. A partir de esta edad, si persiste, se utiliza pomada de corticoides, y en casos excepcionales, la cirugía.

La mayoría de los niños nacen con fimosis. Sí, has leído bien. El prepucio o piel que recubre el glande, comienza a formarse en la octava semana de embarazo (primer trimestre) y termina en la semana 16. Cuando el bebé llega al mundo, la piel que cubre el glande permanece pegada al mismo por adherencias. Se despegará paulatinamente a medida que el niño crezca. De manera que, a los tres años de vida, la fimosis se soluciona espontáneamente en el 89% de los casos, según datos del portal Fisterra, donde se recoge información médica de Atención Primaria.

  

¿Hay que retraer la piel del pene?
No. La nuevas recomendaciones en pediatría ya no aconsejan la maniobra de retraer o forzar la piel hacia atrás porque se ha visto que es negativo para el niño. “La dilatación prepucial manual forzada no está indicada a ninguna edad, porque, además de la afectación psicológica y de su escasa efectividad, puede producir una fimosis cicatricial”, advierten expertos en urología pediátrica del Hospital Materno Infantil de Málaga y de la Fundación Puigvert (Barcelona). La pediatra Lucía Galán Bertrand, advierte en su blog “no dar tirones, ya que esta práctica está contraindicada porque, además de provocar dolor, puede producir desgarros. ¿Qué se puede hacer? “Se puede aprovechar el cambio de pañal para limpiar con cuidado la zona y retraer suavemente la piel con el fin de ver hasta dónde llega. Nada más”, explica Galán.

 

La pomada de corticoides es eficaz
En el caso de que el niño haya cumplido los 3–4 años y persista la fimosis, el pediatra te recomendará una crema de corticoides para aplicar dos veces al día en la zona. El objetivo de los corticoides, que generalmente se utilizan para reducir la inflamación, es disminuir
la tensión de la piel alrededor del extremo del pene. El tratamiento ha demostrado ser seguro y muy eficaz: más del 75% de éxito al mes de aplicarlo junto con maniobras de retracción, según un estudio realizado en Atención Primaria. Y una revisión de casos (2.912 niños tratados con corticoides, en los que se utilizó pomada de corticoides dos veces al día durante 4–8 semanas y retracción suave de la piel desde la primera semana de tratamiento), desveló una tasa de éxito del 95,78%, sin efectos secundarios. Otra revisión de estudios más reciente (2014), que incluían a 1.395 niños, dice que los corticosteroides tópicos parecen ser una opción de tratamiento de primera línea segura y menos invasiva antes de realizar una cirugía para corregir la fimosis en los niños”.
Además de aplicar la pomada de corticoides dos veces al día, el pediatra también te indicará cómo realizar “la fisioterapia prepucial”. Son ejercicios de retracción de la piel o prepucio, que requieren mucha constancia, ya que deben hacerse a diario. Al mes del tratamiento (pomada + retracción), el pediatra debe volver a ver al niño para comprobar su evolución. En caso de que el tratamiento no funcione, se puede alargar durante más tiempo, en función de la valoración del pediatra.

 

Cuándo se realiza cirugía
La cirugía solo indica en casos excepcionales: cuando no funcionan los corticoides; cuando hay infecciones de orina de repetición; infecciones de repetición en el glande; o si, al orinar, el prepucio o piel se hinchan como un globo al llenarse de orina. Este tipo de cirugía es sencilla y suele realizarse de manera ambulatoria (el niño recibe el alta médica el mismo día de la operación), pero requiere anestesia general.