Hongos en pies y cabeza

La infección por hongos es bastante frecuente en los meses cálidos, ya que el calor y la humedad favorecen su crecimiento. También es conocida popularmente como “tiña” y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, sobre todo en los pies y en la cabeza. Ante la mínima sospecha, hay que acudir al pediatra.

Las micosis cutáneas son las infecciones de los tejidos queratinizados (piel, pelo y uñas)  producidas por diferentes tipos de hongos. Éstos suelen vivir en superficies húmedas, como duchas, piscinas, playas, etc. Si el niño tiene una pequeña herida en el pie y camina descalzo por estos lugares es probable que se contagie. “En determinadas localizaciones, como son los pies, es más frecuente que aparezcan en verano por el contacto aumentado con el agua en piscinas o playas”, indica la Dra. Rosa María Díaz Díaz, jefa de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Sofía, en Madrid. Además de los lugares húmedos también pueden encontrarse en determinados animales (perros, gatos, conejos, etc.). Por eso, si el niño entra en contacto con animales enfermos o asilvestrados puede contagiarse. Aunque la infección en los pequeños es más frecuente en los pies, también aparece en la cabeza y en el cuerpo. Ante el mínimo síntoma debes acudir al pediatra para que realice una exploración del niño.

¿Cómo saber si tiene hongos?
Las infecciones por hongos se denominan según la zona anatómica afectada.
– Pies (Tinea pedis). Las micosis más frecuente suele afectar a la planta y a los espacios interdigitales (espacios entre los dedos) de los pies. El primer síntoma que muestra el niño es un intenso picor en la zona. Además, aparecen lesiones con escamas o con contenido líquido (vesículas) que pican y también grietas (fisuras) sobre todo en el cuarto espacio interdigital (Pie de atleta).
– Cabeza (Tinea capitis). La tiña del cuero cabelludo se presenta en forma de una placa alopécica (sin pelo) con escamas o lesiones de contenido purulento (pueden segregar pus y formar costra).
– Cuerpo (Tinea corporis). En cara, tronco y extremidades aparecen como lesiones circulares con borde rojizo y escamoso.

Tratamiento y medidas para evitar el contagio de hongos
Si sospechas de infección por hongos has de acudir al pediatra. Este especialista realizará una exploración clínica y tomará una muestra del tejido afectado con el fin de determinar la causa de la infección. Una vez confirmado el diagnóstico, establecerá el tratamiento que puede consistir en cremas o geles para aplicar en la zona afectada o en forma de pastillas o jarabes por vía oral. “El tratamiento de las micosis cutáneas es muy eficaz. La terapia sistémica (vía oral) está indicada en la tiña del cuero cabelludo, en los pacientes con afectación de las uñas y en los inmunosuprimidos (niños con bajas defensas). También se indica cuando la infección afecta a zonas muy extensas, en los casos crónicos o recurrentes y cuando ha fallado el tratamiento tópico (en crema o gel)”, explica Dra. Rosa María. El tiempo de tratamiento depende del tipo de lesión, siendo al menos de seis semanas en cuero cabelludo y de tres a cuatro en los pies y el cuerpo. “A los 10 días de iniciado el tratamiento el paciente deja de ser contagioso”, apunta la especialista.
Las medidas para evitar el contagio consisten en la revisión de la piel, el pelo y las uñas de los miembros de la unidad familiar en el caso de sospecha de contagio. Además, debes tener estas precauciones:
– No dejes que el niño camine descalzo por  zonas húmedas, enséñale a utilizar siempre sandalias de agua o chanclas.
– Seca bien al pequeño tras la ducha o el baño y no compartáis toallas, peines, cepillos u objetos de adorno en la cabeza (gomas, lazos, pañoletas, horquillas, gorros, sombreros, etc). Si el niño tiene infección por hongos puede contagiar a los hermanos o al resto de la familia.
– Los calcetines y los zapatos han de ser de materiales naturales, no sintéticos (nada de plástico). Procura que se cambie de zapatos dos veces al día y evita las rozaduras, son una puerta de entrada a la infección por hongos.
– La ropa interior ha de ser de materiales naturales (algodón) y no debe quedar ceñida para evitar que roce y pueda transpirar.
– El contagio también puede producirse por el contacto con animales domésticos (perros, gatos, conejos). Si tienes mascotas vigila cualquier lesión en la piel o problema de salud que puedan tener, haz que los revise un veterinario y extrema la higiene. Evitad el contacto con animales asilvestrados.