¿Inquieto o hiperactivo?

Algunos niños no paran quietos ni un segundo: se suben a las sillas, agarran cualquier objeto que se encuentra a su alcance, lo tiran al suelo, corren sin parar… Y todo ello, sin intervalos de descanso. Los padres se preguntan: “¿Será hiperactivo?”. No todos los niños inquietos padecen hiperactividad, has de fijarte en los síntomas y si se mantienen en el tiempo.

No todos los niños inquietos padecen un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). “Lo que nos ayuda a distinguir entre niños inquietos y niños con hiperactividad es la cantidad e intensidad de los síntomas, así como su continuidad en el tiempo y en las diferentes situaciones”, explica la psicopedagoga Victoria Montoro Blajot. Lo aconsejable es que ante la mínima sospecha se acuda a un profesional para que realice un buen diagnóstico.
El  TDAH puede provocar los siguientes síntomas: inatención (falta de concentración y atención en tareas que necesitan esfuerzo, no sigue las instrucciones y da la sensación de que no escucha); hiperactividad (tiene tanta necesidad de estar en constante movimiento como de cambiar de tarea continuamente); impulsividad (suele actuar antes de pensar y le cuesta prever las consecuencias de sus actos); y dificultades a nivel conductual y emocional. Ahora bien, no todos los niños que se mueven mucho y presentan falta de atención son necesariamente hiperactivos.

 

Inquieto o hiperactivo
Lo normal es que un niño hasta los 3 años no sea capaz de sentarse durante mucho rato en una silla, se enfade pronto y no se pueda concentrar durante rato, pero con los años suele adquirir estas habilidades y capacidades. En cambio, el niño hiperactivo normalmente continúa teniendo conductas propias de edades inferiores. Da la impresión que no aprende las cosas más elementales: permanecer sentado, acordarse de su material, pedir permiso o no interrumpir las conversaciones.

 

Juegos y actividades para fomentar su atención
A medida que el niño crece tiene necesidades diferentes; es importante ofrecerle juguetes adecuados a su edad, que tengan como finalidad fomentar la atención.

  • Puzzles. La realización de puzzles puede favorece la atención. Estimulan la coordinación manual, la orientación espacial y la concentración.
  • Juegos de mesa. Las cartas, el memory o los  rompecabezas son interesantes ya que permiten respetar el turno y seguir reglas establecidas.
  • Buscar diferencias. Otras actividades que le pueden ayudar son: buscar diferencias entre dos dibujos parecidos, encontrar la parte que falta en dibujos incompletos y completarlos, relacionar objetos, resolver laberintos, colorear pasatiempos infantiles, unir puntos y formar dibujos o identificar dibujos iguales.
  • Libros. ¿Dónde está Wally?,  de  Martin Handford o Las mil primeras palabras (Ediciones Beascoa).
  • Juegos específicos. Los juegos tipo ArcoMiniarco (J. Domigo Ferrer) son muy recomendables ya que contienen ejercicios y actividades prácticas para trabajar y desarrollar la capacidad de observación y atención.
  • Técnicas de relajación. Enseñar a los niños técnicas de relajación y respiración puede ayudarles a aumentar el autocontrol y disminuir la ansiedad. El objetivo es ayudarle a distinguir entre permanecer tenso y estar relajado. En los más mayores se consigue repitiendo la acción de contraer y relajar músculos específicos. Por ejemplo: “Cerramos los puños y apretamos, contamos hasta diez, y soltamos”. Para los niños más pequeños es efectiva la técnica de la tortuguita de Schneider y Robin que pretende, a través de la analogía con la tortuga, enseñarle al niño a esconderse en un caparazón imaginario cuando no sea capaz de controlar sus rabietas o de calmarse después de un enfado. El objetivo es enseñar, además de una técnica de relajación, una conducta alternativa ante situaciones que para él son negativas o violentas. “Cuando se realiza cualquier actividad o juego con un niño inquieto para favorecer su atención, es importante animarlo a finalizar  lo que empieza y premiar las conductas en las que demuestra concentración y esfuerzo”, aconseja la psicopedagoga Victoria Montoro.

Más información:
– ISEP Clínic , red de centros multidisciplinares especializados en el asesoramiento, la evaluación y el tratamiento de problemas vinculados a la psicología, el aprendizaje y la salud. (www.isepclinic.es)
– Asociación de padres de Niños con Síndrome de Hiperactividad y
Déficit de Atención (www.anshda.org)

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