Con la llegada de la primavera hay niños que se muestran cansados, inapetentes e incluso irritables. Son síntomas compatibles con astenia primaveral, una situación pasajera y benigna, pero que mientras dura puede interferir en su rendimiento escolar.
Si tu hijo llega más cansado de lo habitual del colegio y no ha tenido una sesión extenuante de ejercicio físico, bosteza con frecuencia y ha dormido sin problemas por la noche y se muestra inapetente pero no tiene fiebre ni síntomas de infección (resfriado, problemas al orinar), quizá sea víctima de astenia primaveral. No es una enfermedad, sino un problema pasajero y benigno provocado por el cambio de estación: el organismo debe adaptarse a los cambios en las horas de luz y puede tardar unas semanas en hacerlo. El doctor Enrique de la Orden Izquierdo, pediatra en el Hospital Infanta Elena de Valdemoro (Madrid), sí hace una advertencia: “Si los síntomas duran más de 15 días, aparece fiebre o cualquier otro signo que indique infección o si afecta mucho al estado del niño, hay que acudir al pediatra”. Tened en cuenta que, además, a estas alturas de curso el niño también está más cansado. El doctor Javier Beltrán Armada, de la Unidad de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo, en Valencia, añade además que si el niño presenta mocos, estornudos repetidos, picor de nariz y de ojos, febrícula (37,5–37,8 ºC) o diarrea ya no se trata de astenia. “En el caso de que se sumen estos síntomas, se debe llevar al niño al pediatra ya que puede ser el inicio de alguna enfermedad como resfriado, gastroenteritis, otitis o incluso alergia”, señala.
Pautas antiastenia
Los síntomas de la astenia suelen durar entre una semana y quince días, más o menos lo que tarda el organismo en adaptarse a los días largos de sol y a las nuevas temperaturas que llegan en esta estación. “Los cambios de estación causan una alteración en los niveles de determinadas hormonas, en concreto hay una disminución de la betaendorfina, que es la que produce bienestar en el organismo. La carencia de esta hormona, provoca irritabilidad, nerviosismo, tristeza, cansancio y apatía”, explica el doctor Javier Beltrán Armada.
– Rutina y ejercicio. El doctor Beltrán recomienda mantener la rutina y ¨hacer ejercicio físico a diario, que estimula la liberación de dopamina y endorfinas que levantan el ánimo de los más pequeños”.
– Dieta variada. Llevar una dieta equilibrada es uno de los pilares indiscutibles para prevenir la astenia primaveral. “El aporte de nutrientes y vitaminas adecuado es indispensable para que el niño tenga una salud física y mental adecuada sin olvidar una buena hidratación”, dice Beltrán. Lo más adecuado es consumir frutas y verduras de temporada (melocotón, fresas, nectarina, melón, sandía, calabacín, tomate, pepino, lechuga, etc), en verano hay gran abundancia y concentran mayor cantidad de vitaminas.
– Descanso nocturno. Según el doctor Javier Beltrán, los niños deberían dormir entre 9 y 10 horas hasta los 18 años. “De hecho, está demostrado que los niveles de cortisol, que es la hormona del estrés, se reducen muchísimo después de un buen descanso y, al contrario, cuando se duerme menos de lo que se debe, estos aumentan”. Esta hormona está relacionada además con el sobrepeso ya que la escasez de descanso aumenta el nivel de apetito incrementando nuestra necesidad de glucosa.