La otitis de verano es una infección en los oídos muy frecuente en los niños durante el verano ya que suele estar causada por los baños en el mar o en las piscinas poco cloradas. Suele afectar más a los niños que presentan eccema, descamación o sequedad en la piel.
Las otitis de verano son muy frecuentes y suelen estar causadas por baños en el mar o en piscinas poco cloradas. Las personas más propensas son aquellas que sufren dermatitis o eccema (descamación de la piel), quienes tienen la piel muy seca o las que utilizan con mucha frecuencia los bastoncillos para limpiarse los oídos. Estas situaciones suelen provocar pequeñas grietas en el conducto auditivo externo, que son la puerta de entrada a cualquier germen presente en el agua. Según explica el otorrinolaringólogo Javier Cervera, “el oído en condiciones normales se puede mojar, el problema surge cuando la piel está muy seca, el niño se rasca o abusa de los bastoncillos para quitar la cera que protege el canal auditivo, y se producen pequeñas grietas”. Al contrario que la otitis de invierno (causada por catarros), esta infección afecta al oído externo, la zona comprendida entre el tímpano y el pabellón auditivo o parte externa.
Una infección fácil de tratar
Su principal síntoma es el dolor dentro del conducto auditivo, algo que se nota de manera intensa si presionamos ligeramente en la entrada del oído. Otros síntomas son los picores y el enrojecimiento, la sensación de taponamiento e incluso cierta pérdida de audición. A veces puede aparecer fiebre, aunque es infrecuente, y si la enfermedad ha evolucionado, incluso supuración amarilloverdosa. Por suerte, es fácil de tratar con antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos, además, es muy importante no mojar el oído mientras dure la enfermedad y no taponarlo con algodón. Una medida que alivia mucho las molestias consiste en aplicar calor seco (paño caliente) en la zona. “Si no existe dolor muy agudo y el conducto no está obstruido, se pueden utilizar gotas que llevan una mezcla de antibiótico y antiinflamatorio. En cambio, cuando el conducto está muy cerrado lo recomendable es añadir un antibiótico por vía oral”, indica el otorrinolaringólogo.
Medidas para evitar la otitis de verano
– Los adultos y niños que padecen dermatitis o piel seca deben acudir al dermatólogo para tratar el problema.
– No estar más de media hora dentro del agua para evitar que la piel se macere y agriete.
– El uso de bastoncillos para limpiar de cera el interior del conducto auditivo no es recomendable, ya que la empujan hacia dentro favoreciendo la formación de tapones, además al eliminar completamente la cera, se deja el conducto sin su protección natural. Lo más aconsejable para la limpieza del oído, es secar con una toalla la zona más externa del conducto auditivo.
– Si el oído está sano, deben evitarse los tapones de cera o silicona porque pueden causar irritación en la piel del oído, además de empujar la cera hacia dentro.