El estreñimiento es tan frecuente en los niños que representa nada menos que entre el 12 y el 15 % de las consultas al pediatra. Para saber si el pequeño está estreñido, además de tener en cuenta la frecuencia, hay que observar también la consistencia de las heces y si las deposiciones van acompañadas de dolor.
El estreñimiento se define como la disminución en la frecuencia de la emisión de las heces, pero también puede ser definido como las deposiciones dolorosas, acompañadas de llanto en el niño. En este caso, las heces suelen ser duras y secas, como pelotitas (Ver tabla de Bristol al final del artículo). Si sospechas que está estreñido, debes consultar con el pediatra.
¿Cómo saber si está estreñido?
A partir de los dos años, cuando el niño come prácticamente de todo, el estreñimiento se relaciona con factores vinculados a la alimentación (dieta pobre en fibra), educacionales (se fuerzan los periodos de aprendizaje del control de esfínteres), y con la poca ingesta de agua y el escaso ejercicio físico. Se considera que el niño está estreñido si realiza menos de tres deposiciones a la semana o también si cuando las hace muestra dolor o llora (suelen ser secas y en forma de pelotitas). “En general, los padres creen que si los niños van todos los días al baño no están estreñidos, pero hay que valorar otros datos como la dificultad para hacer las deposiciones, aspecto y anchura de las heces y si manchan la ropa interior. Además, es necesario realizar una exploración física para descartar problemas orgánicos y después tranquilizar a los padres explicándoles que el 95% de los casos son funcionales y que es una condición que mejora siendo constante en actitudes higiénicas, dietéticas y educacionales”, explica el Dr. Félix Sánchez-Valverde, jefe de Sección de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica en el Hospital Virgen del Camino, en Pamplona, y miembro del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.
Consejos para combatir el estreñimiento
Para mitigar o evitar el problema debes seguir una serie de consejos muy sencillos, pero has de ser constante al ponerlos en práctica:
- Revisa su dieta. Incrementa las verduras y las frutas en la dieta diaria. Puedes añadir más verduras de hoja verde (espinacas, acelgas) a sus purés y menos patata. Las legumbres también son ricas en fibra. Y procura que tome frutas (mandarinas, kiwi) de postre y en la merienda. El arroz y la zanahoria suelen estreñir, al igual que la bollería, el chocolate y los productos azucarados, por lo que conviene evitarlos.
- Zumo en ayunas. Un zumo de naranja sin filtrar o colar ayuda a ir al baño. Si toma biberón, puedes dárselo antes de éste.
- Beber agua. Se aconseja tomar como mínimo un litro al día para combatir este problema.
- Cereales con fibra. Si aún toma biberón, añade a la leche unos cacitos de cereales con fibra. Los hay especiales para niños estreñidos.
- Ejercicio y juego. Debe jugar a diario en el parque o, si es más mayor, realizar ejercicio (fútbol, baloncesto, correr, natación). Si utiliza aún la silla de paseo, evita llevarlo continuamente sentado, deja que camine a tu lado en los trayectos seguros. El sedentarismo favorece el estreñimiento.
- Tiempo para ir al baño. Si utiliza pañal, no le fuerces a usar el orinal cuando aún no está preparado. Él mismo te lo pedirá cuando empiece a controlar los esfínteres. A partir de los dos años puedes ponerlo durante unos minutos después de cada comida, pero sin forzar, sólo para que vaya teniendo hábito. Si ya es mayor y utiliza el inodoro, dale tiempo cada vez que quiera visitarlo. A veces, las prisas y el no poder ir al baño cuando tiene ganas, hacen que se aguante y se haga estreñido.
- Si el estreñimiento ya está instaurado y no funcionan ninguna de las medidas anteriores, el pediatra valorará la posibilidad de recetar algún laxante o aceite mineral (sólo bajo prescripción médica).
Tabla de Bristol (consistencia de las heces). Los tipos 1 y 2 representan el estreñimiento; 3,4,5,6 son variaciones de la normalidad; y el 7 representa la diarrea.