Rosquillas para niños

Cómo realizar el plato paso a paso

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Cómo hacer rosquillas para niños. Un tarea fácil en la que pueden colaborar los niños para aprender a cocinar, además de disfrutar del resultado. Si los más pequeños ayudan en las tareas de la cocina, sabrán elegir en el futuro los alimentos más saludables y aprenderán a comer bien. Estas rosquillas están muy ricas acompañadas con leche, chocolate caliente o simplemente solas.

Para hacer unas 12 rosquillas sólo necesitáis tres huevos, nueve cucharadas de aceite, nueve cucharadas de azúcar, un sobre de levadura, tres cucharadas de nata, ralladura de un limón y harina. No hay una cantidad fija de harina, se va añadiendo a la mezcla poco a poco hasta conseguir una masa que se despegue de las manos para poder modelar las rosquillas.

1. Separar las claras de las yemas. Batir las claras a punto de nieve y reservar. Echar en un recipiente el aceite, el azúcar, la nata y la ralladura de limón y batir bien.

Para hacer unas 12 rosquillas sólo necesitáis tres huevos, nueve cucharadas de aceite, nueve cucharadas de azúcar, un sobre de levadura, tres cucharadas de nata, ralladura de un limón y harina. No hay una cantidad fija de harina, se va añadiendo a la mezcla poco a poco hasta conseguir una masa que se despegue de las manos para poder modelar las rosquillas.

1. Separar las claras de las yemas. Batir las claras a punto de nieve y reservar. Echar en un recipiente el aceite, el azúcar, la nata y la ralladura de limón y batir bien.

2. Añadir las yemas y batir. A continuación echar las claras montadas y mezclar despacio para que no pierdan mucho volumen.

3. Echar la harina tamizada junto con el sobre de levadura. Añadirla poco a poco a la mezcla hasta conseguir una masa que se despegue de las manos.

4. Dar forma a las rosquillas. Para los niños es como jugar con plastilina: cogen una bolita de masa, la estirar con las palmas de las manos y unen los extremos.

5. Freír en abundante aceite de girasol. Hay que calentar el aceite a fuego fuerte, pero antes de echar las rosquillas debe bajarse a fuego medio para que no se quemen por fuera y se queden crudas por dentro. Este paso no deben realizarlo los niños porque es peligroso. Cuando estén doradas por ambos lados, sacarlas y colocarlas sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Dejar que los niños espolvoreen azúcar sobre ellas.