La infecciones (catarros, gripe, otitis, gastroenteritis…) suelen producir fiebre en el niño. Se trata de un síntoma que preocupa mucho a los padres, sin embargo, debéis tomarla con tranquilidad ya que es un mecanismo de defensa del propio organismo.
La fiebre es el aumento de la temperatura corporal y es un síntoma no una enfermedad en sí. Se considera que es alta cuando el termómetro marca por encima de 38º C, y moderada o febrícula cuando está entre 37º y 38º C. “La fiebre es un síntoma aislado de un proceso por el que atraviesa el niño, por lo que hay que estar tranquilo y si sube mas de 38 º C se le deben dar antitérmicos. En algunos casos, coincidiendo con fiebre alta, pueden aparecer convulsiones febriles que siempre son benignas y muy poco frecuentes”, aclara el doctor Javier Gonzalez–Valcárcel, jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Infanta Elena, en Valdemoro (Madrid).
Si el niño tiene fiebre debes acudir a su pediatra. Has de llevarlo a urgencias si además de la fiebre presenta mal estado general o alguno de estos síntomas: decaimiento y somnolencia (duerme continuamente y no quiere despertarse); manchas rojas en la piel (puntitos rojos que no desaparecen con la presión del dedo); vómitos continuos (hay riesgo de deshidratación); si respira con dificultad o muestra palidez de piel; se muestra muy irritable y no se consuela ni cuando lo tomas en brazos; si ha tenido una convulsión o si la fiebre es muy alta (más de 39 º C) y no baja con los antitérmicos. Si es un bebé menor de un mes hay que llevarlo a urgencias siempre que tenga fiebre o febrícula: su sistema inmunológico es inmaduro y cualquier infección puede avanzar muy rápido.
Cómo bajar la fiebre
La fiebre también cumple su misión: el organismo eleva la temperatura para defenderse de los virus y bacterias que originan la infección. Por eso, la tendencia actual de los pediatras es recomendar no bajarla si el estado general del pequeño es bueno (no tiene escalofríos, ni somnolencia, ni decaimiento). Si por el contrario, el niño presenta escalofríos, malestar y decaimiento, sí se aconseja bajar la fiebre para proporcionarle bienestar. Medidas para bajar la fiebre:
- Lo primero que debes hacer es quitarle la ropa y dejarlo sólo con la camiseta interior o el body, así conseguirás que su temperatura corporal baje hasta medio grado. Pero no lo desnudes del todo, las recomendaciones más actuales en pediatría aconsejan huir de los extremos:ni abrigarle en exceso ni desnudarle. Hay niños que, al quedarse solo con la camiseta, tienen escalofríos y quieren taparse, en este caso hay que dejar que se tapen un poco (no muy abrigados) para que se sientan confortables. Ofrécele abundantes líquidos (agua y zumos), si toma leche materna sigue dándole el pecho a demanda, seguramente te pedirá más veces porque tiene sed. Si no tiene apetito, no le fuerces a comer.
- Adminístrale el antitérmico que te haya recomendado el pediatra, por regla general, el fármaco que se utiliza para la fiebre en niños es el paracetamol. Debes dárselo en la dosis pautada por el pediatra, ya que se establece según el peso del niño. El antitérmico suele hacer efecto en media hora, aunque en algunos pequeños puede tarda más (hasta una hora).
- Si la temperatura no baja con estas medidas, puedes bañarlo con agua templada (nunca fría), la temperatura de la misma debe estar dos grados menos que la temperatura corporal del niño. Bajo ningún concepto le des friegas de alcohol por el cuerpo, ya que puede intoxicarse al inhalarlo. Ni le apliques compresas de agua fría: no lo expongas a contrastes bruscos de temperatura. Y si la fiebre se prolonga más de dos días, debes llevar al niño de nuevo al pediatra.
- Si tu pequeño suele sufrir convulsiones cuando tiene fiebre, debes controlarle la temperatura con más frecuencia y administrarle el antitérmico en cuanto comience con febrícula (de 37º a 38º C).