Dos TRASPLANTADAS de pulmón han sido madres en España

Las mujeres con enfermedades respiratorias minoritarias (ERM) tienen importantes problemas cuando deciden planificar su vida reproductiva, ya que en muchas de ellas el embarazo está contraindicado y significa un riesgo muy elevado tanto para el bebé como para la madre y a la vez algunos métodos anticonceptivos pueden plantear problemas. De entre todas las enfermedades minoritarias, un 3% de ellas son neumopatías. 
La experiencia en salud reproductiva en mujeres con ERM es limitada. Esta circunstancia complica el manejo de las pacientes pero a la vez supone un reto importante, ya que uno de los objetivos fundamentales de los cuidados médicos en las enfermedades crónicas graves son la mejora de la calidad de vida y obviamente este concepto incluye la vida sexual y reproductiva”, explica la Dra. Beatriz Lara.
En alguna de las enfermedades respiratorias minoritarias (fibrosis quística, hipertensión pulmonar primaria familiar y linfagioleiomiomatosis) se ha identificado una base genética. Este descubrimiento permite, mediante la combinación de los avances en el campo del diagnóstico genético preimplantacional (DGP), la reproducción asistida y las técnicas de biología molecular evitar el riesgo de trasmitir una determinada enfermedad o alteración cromosómica en las parejas de elevado riesgo. Un avance muy significativo ya que otorga esperanza a las pacientes que desean planificar su vida reproductiva.
En muchas de las ocasiones la única opción de tratamiento de los pacientes con enfermedades respiratorias minoritarias es el trasplante pulmonar. Esto agrava, todavía más, el factor de que las pacientes desarrollen un embarazo exitoso. En España, se han notificado 2 trasplantadas de pulmón que han logrado tener hijos, pese a que los expertos recomiendan evitarlo por sus contraindicaciones.

“Si el embarazo es programado y el trasplante pulmonar fue realizado hace más de 5 años, los hechos demuestran que a pesar del elevado riesgo de complicaciones, el embarazo puede desarrollarse en una situación similar a las personas no trasplantadas y el feto o el recién nacido puede no sufrir las consecuencias del tratamiento al que se está sometido la madre (o si las sufre pueden ser de carácter leve, reversibles y sin que afecten su desarrollo)”, explica el Dr. Felipe Zurbano, del equipo de trasplante pulmonar del Hospital Marqués de Valdecilla, en Santander.
La experiencia mundial sobre embarazo y parto en mujeres sometidas a trasplante pulmonar es muy inferior a la de otros trasplantes de órganos sólidos y el riesgo de complicaciones materno-fetales relacionadas con el injerto parece ser superior. La mujer trasplantada de pulmón debe conocer el elevado riesgo de mormimortalidad fetal y materna que puede conllevar un embarazo y se debe recomendar evitarlo.