Cinco hospitales españoles han puesto en marcha el proyecto “Cortesia”, un programa piloto coordinado por el Dr. López Cortés de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbología y Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla a través del cual se ha proporcionado leche maternizada a mujeres con infección por VIH durante los primeros seis meses de vida de los recién nacidos. En este proyecto piloto han participado los Hospitales Universitarios Virgen del Rocío de Sevilla, La Fe de Valencia, Virgen de la Arrixaca de Murcia, San Cecilio de Granada y el Hospital de Jerez.
Cinco hospitales españoles han puesto en marcha el proyecto “Cortesia”, un programa piloto coordinado por el Dr. López Cortés de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas, Microbología y Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla a través del cual se ha proporcionado leche maternizada a mujeres con infección por VIH durante los primeros seis meses de vida de los recién nacidos. En este proyecto piloto han participado los Hospitales Universitarios Virgen del Rocío de Sevilla, La Fe de Valencia, Virgen de la Arrixaca de Murcia, San Cecilio de Granada y el Hospital de Jerez.
Tras los buenos resultados del proyecto piloto, la iniciativa se va a llevar a cabo a nivel nacional con un doble propósito: dar soporte a aquellas madres con infección por el VIH y a sus familias que, por sus condiciones socioeconómicas, tienen dificultades para acceder a este tipo de alimentación para los recién nacidos, y evitar por completo el riesgo de transmisión del VIH a través de la lactancia.
La transmisión de madre a hijo representa entre el 15 y el 30% de los casos de infección de VIH en el mundo, siendo hoy la lactancia materna una de las principales vías de transmisión vertical en los países sin recursos económicos. Este riesgo puede prevenirse evitando la lactancia materna.
No todos los hijos de madres infectadas con VIH alimentados con lactancia materna adquieren la infección por VIH, esto depende de múltiples factores como la carga viral de la madre, grietas en el pezón, mastitis e inmadurez del sistema inmune del recién nacido, entre otros. No obstante, la recomendación de la lactancia artificial en todos los casos, junto con el uso de terapia antirretroviral y la cesárea electiva en los casos indicados, ha conseguido disminuir la tasa de transmisión vertical del VIH a menos del 1% en los países desarrollados.