Los pediatras recuerdan que son muchos los estudios que demuestran que la exposición pasiva al humo del tabaco en los niños aumenta de forma muy notable el riesgo de padecer otitis media, síntomas respiratorios, asma y muerte súbita. Asimismo, numerosos trabajos documentan que los hijos de madres fumadoras pesan menos al nacer y presentan un desarrollo pulmonar alterado que facilita la temprana aparición de enfermedades respiratorias. En Estados Unidos, un informe del Surgeon General (NIH) de este mismo año (www.cdc.gov/tobacco) ha mostrado que el tabaquismo continúa siendo la principal causa de muerte prematura prevenible y sus efectos nocivos se inician desde la infancia.
Los pediatras recuerdan que son muchos los estudios que demuestran que la exposición pasiva al humo del tabaco en los niños aumenta de forma muy notable el riesgo de padecer otitis media, síntomas respiratorios, asma y muerte súbita. Asimismo, numerosos trabajos documentan que los hijos de madres fumadoras pesan menos al nacer y presentan un desarrollo pulmonar alterado que facilita la temprana aparición de enfermedades respiratorias. En Estados Unidos, un informe del Surgeon General (NIH) de este mismo año (www.cdc.gov/tobacco) ha mostrado que el tabaquismo continúa siendo la principal causa de muerte prematura prevenible y sus efectos nocivos se inician desde la infancia. “Son muchos los padres e incluso mujeres embarazadas que son conscientes de que cuando fuman causan un daño a su hijo pero no pueden evitar hacerlo, porque es una adicción, lo que nos da una razón más para ser muy restrictivos y no permitir fumar en ningún ámbito público”, esgrime el doctor Antonio Nieto, vicepresidente de la AEP.