Niños con ALERGIA en el colegio: cómo prevenirla y tratarla

Rara vez un niño alérgico a alimentos ingiere conscientemente la comida que le causa alergia. Sienten una especie de rechazo natural, y cuando lo ven evitan comerlo. Sin embargo en ocasiones ocurren accidentes porque lo toman enmascarado u oculto, entonces pueden sufrir una reacción alérgica. Incluso el contacto indirecto les puede provocar reacciones cutáneas cuando los niños se tocan”, comenta por su parte la doctora Belén de la Hoz, Jefe de Sección de Alergología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y coordinadora del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC. 

Rara vez un niño alérgico a alimentos ingiere conscientemente la comida que le causa alergia. Sienten una especie de rechazo natural, y cuando lo ven evitan comerlo. Sin embargo en ocasiones ocurren accidentes porque lo toman enmascarado u oculto, entonces pueden sufrir una reacción alérgica. Incluso el contacto indirecto les puede provocar reacciones cutáneas cuando los niños se tocan”, comenta por su parte la doctora Belén de la Hoz, Jefe de Sección de Alergología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y coordinadora del Comité de Alergia a Alimentos de la SEAIC. 
Los niños alérgicos pueden llevar la comida de casa al colegio (el centro debe facilitar su conservación). Si el pequeño come en el comedor, el centro escolar deberá controlar sus comidas y vigilar que no contiene el alimento que produce la alergia o intolerancia en el niño.

Prevención y tratamiento precoz
En este sentido, los especialistas reclaman mayor formación e información en las escuelas ante los casos de alergia grave. Con prevención y tratamiento de urgencia se pueden evitar llegar a situaciones en las que la vida del niño puede correr peligro. Asimismo, las reacciones graves por alergia a alimentos se potencian en niños que sufren asma pudiéndose dar un caso de anafilaxia. 
La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede ocurrir. Es de vital importancia reconocer inmediatamente un episodio de anafilaxia, cuando se producen los primeros síntomas de reacción alérgica, e iniciar el tratamiento con adrenalina a la mayor brevedad posible porque es lo que garantiza el éxito. Posteriormente, es esencial realizar un diagnóstico para averiguar la causa que desencadena la reacción, y educar al paciente y a sus familiares sobre cómo actuar ante posibles nuevos episodios”, comenta la doctora de la Hoz. 

 

Falsos mitos sobre el deporte
Los alergólogos llevan mucho tiempo insistiendo en que el deporte no sólo no es contraproducente, sino que resulta saludable para los niños que padecen asma. La actividad física mejora el desarrollo del niño y la condición física, ayudando a disminuir la intensidad de las crisis asmáticas. Como norma los niños con asma deben estar perfectamente controlados con el tratamiento correcto. Así pueden hacer actividad física exactamente igual que cualquier otro niño, y eso incluye deporte, partidos de fútbol, o cualquier otro juego durante el recreo. “Por supuesto hay asmáticos que deben cumplir unas normas más “estrictas”, por ejemplo, aquellos que además tienen alergia al polen no pueden hacer deporte al aire libre en época de floración”, concluye la doctora de la Hoz.