[img_assist|nid=137|title=|desc=|link=none|align=right|width=121|height=186]El déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H) es un trastorno neurológico que afecta a entre un 3 y 7 % de la población infantil y juvenil, y si no se diagnostica a tiempo, puede conllevar otros problemas como el retraso escolar, la inadaptación social, depresión, ansiedad, etc. El sistema AULA, que ha sido desarrollado por la empresa de desarrollo científico Nesplora y por el equipo de Neuropediatría de la Clínica Universitaria de Navarra, es parecido a un videojuego y recoge la mayoría de los criterios cognitivos que permiten valorar si un niño tiene o no TDA-H, uniendo varias tareas de atención con otros datos conductuales importantes.
[img_assist|nid=137|title=|desc=|link=none|align=right|width=121|height=186]El déficit de atención con o sin hiperactividad (TDA-H) es un trastorno neurológico que afecta a entre un 3 y 7 % de la población infantil y juvenil, y si no se diagnostica a tiempo, puede conllevar otros problemas como el retraso escolar, la inadaptación social, depresión, ansiedad, etc. El sistema AULA, que ha sido desarrollado por la empresa de desarrollo científico Nesplora y por el equipo de Neuropediatría de la Clínica Universitaria de Navarra, es parecido a un videojuego y recoge la mayoría de los criterios cognitivos que permiten valorar si un niño tiene o no TDA-H, uniendo varias tareas de atención con otros datos conductuales importantes. Este sistema se asemeja a los tradicionales test de atención pero se realiza en un entorno de realidad virtual que simula una clase de colegio o de instituto, utilizando unas gafas especiales dotadas de sensores de movimiento. Los movimientos de la cabeza del niño son capturados por las gafas y el sistema actualiza la escena, dando al sujeto la sensación real de encontrarse en el interior de la clase virtual. Además, durante la prueba hay momentos en los que se introducen elementos de distracción, como un coche pasando por la ventana o el cuchicheo de algún compañero, lo que permite evaluar la tendencia a la distracción del niño. Las pruebas de este nuevo sistema se han realizado bajo la supervisión del equipo de especialistas de ISEP Clínic Vitoria sobre una población patológica de niños con diferentes problemáticas y con edades entre los 6 y los 16 años.