Anticonceptivos en el postparto

¿Qué método anticonceptivo puedo utilizar en la cuarentena y durante la lactancia? Todas las respuestas puedes encontrarlas en esta guía de anticoncepción en el postparto. Descubre cuáles son los más utilizados en nuestro país, sus ventajas e inconvenientes, si existen píldoras genéricas (más baratas) o cómo se emplea cada método. Y toda la información sobre el método Essure.

Tras el parto muchas mujeres se preguntan si pueden utilizar algún método anticonceptivo. La respuesta es sí. Existe una amplia variedad pero no todos pueden emplearse durante la cuarentena, ni con la lactancia. Si das el pecho a su hijo de manera exclusiva (sin biberones) es muy probable que no necesites anticonceptivos. El método MELA (Método de Lactancia Amenorrea) funciona como anticonceptivo, ya que durante la lactancia el organismo produce una sustancia que inhibe la ovulación. Pero para que sea eficaz al máximo de sus posibilidades (98%), deben darse estas condiciones: dar el pecho de manera exclusiva (no sirve la lactancia mixta); no utilizar este método natural más allá de los seis meses tras el parto; y la madre ha de tener amenorrea (no debe sangrar, aunque sea poco). “Si la mujer sangra no es fiable el método, deben darse las tres condiciones para que evite de manera eficaz el embarazo”, advierte el Dr. Ezequiel Pérez Campos, jefe de Ginecología del Hospital General de Requena (Valencia).

 

Anticonceptivos durante la cuarentena
No todos los anticonceptivos pueden utilizarse durante la cuarentena ni tampoco todos son compatibles con la lactancia materna. Aquí tienes los que pueden emplearse en el postparto inmediato, pero antes de utilizarlos, debes consultar con tu ginecólogo.
– Preservativo. Se trata del método más empleado por las mujeres tras el parto, además de evitar el embarazo protege a la madre de posible infecciones vaginales. Es importante utilizarlo adecuadamente para evitar “sustos”: emplearlo desde el principio de la penetración, colocarlo completamente, no abrir el envase con los dientes, no usarlo fuera de la fecha de caducidad y no emplear lubricantes grasos, como la vaselina. Puede utilizarse con la lactancia. 
– Minipíldora, inyecciones e implantes cutáneos. Son métodos que incluyen gestágenos, por lo que se pueden emplear en el postparto inmediato. Su inconveniente es que alteran el ciclo menstrual: la mujer no tiene la regla una vez al mes, sino que pueden aparecer sangrados de escasa cantidad pero frecuentes a lo largo del mes; aunque también puede no haber sangrado alguno. La más utilizada es la minipíldora y su pauta de administración es tomar una pastilla al día de manera continuada, sin descansar. Los implantes subcutáneos son unas varillas pequeñísimas que el médico coloca bajo la piel y que liberan hormona de forma continua durante tres o cinco años. Las inyecciones, se pone una cada tres meses. “Estos tres métodos no están indicados durante las seis primeras semanas de lactancia, aunque en caso necesario se pueden usar”, aclara el ginecólogo. Tampoco se deben utilizar en caso de cáncer de mama, hepatitis viral activa, tumores del hígado o algunos problemas vasculares importantes.

– La píldora postcoital (“píldora del día después”). Puede emplearse tras el parto, pero sólo la que incluye gestágenos. Se utiliza como anticonceptivo de emergencia, por ejemplo cuando se ha roto el preservativo o cuando se han tenido relaciones y no se ha utilizado ningún método anticonceptivo. Esta píldora ha de tomarse en las 72 horas siguientes al acto sexual para que sea eficaz (cuanto antes se tome, mejor). No produce infertilidad por un período de tiempo prolongado, a partir de la siguiente regla la mujer puede volver a quedarse embarazada. “Se puede tomar en la lactancia (la de levonorgestrel), no necesita receta y no afecta a la fertilidad futura“, aclara el Dr. Ezequiel Pérez Campos. No debes utilizarla como método continuado de anticoncepción.
– Espermicida (gel o crema). Se trata de un método poco utilizado en nuestro país. El espermicida se aplica en la vagina antes de tener relaciones sexuales. Se recomienda su uso sólo durante las primeras seis semanas tras el parto en las mujeres que dan el pecho de manera exclusiva y durante las primeras tres en las que no lo dan. Fuera de estos plazos, el espermicida tiene un elevado riesgo de embarazo. 
– Diafragma. Puede utilizarse durante la lactancia. Se trata de un aro de latex con forma de capuchón que se introduce en el interior de la vagina para tapar el cuello uterino y evitar el paso de los espermatozoides. Se emplea sólo durante las relaciones sexuales y se retira al cabo de unas horas tras las mismas. Después del parto las medidas de la vagina varían, por lo que es necesario acudir al ginecólogo para que establezca la talla más adecuada de diafragma. 
– Preservativo femenino. Está indicado durante la lactancia. Se compone de dos anillos flexibles unidos por una especie de bolsa, de forma que uno de ellos se introduce en la vagina y el otro se deja fuera. Durante la eyaculación el esperma 
se queda en la bolsa. Se emplea poco debido a su incomodidad.

 

Anticonceptivos para utilizar después de la cuarentena 
A partir de las cuatro o seis semanas tras el parto, puedes utilizar prácticamente 
cualquier método anticonceptivo, siempre bajo prescripción de tu ginecólogo.

– La píldora. Combina estrógenos y gestágenos y es muy eficaz. No está indicada en las mujeres que dan el pecho y se puede usar a partir de la tercera semana tras el parto. Se administra de forma continuada durante tres semanas y se descansa una o se toma placebo para no interrumpir la toma. Actualmente puedes encontrar en la farmacia píldoras genéricas que resultan mucho más baratas. Está contraindicada en caso de cáncer de mama, hepatitis activas y tumores del hígado, diabetes severa, hipertensión, antecedentes de infarto o ictus, migrañas o en mujeres fumadoras de más de 35 años, entre otras causas.
– Parche cutáneo y anillo vaginal. Poseen los mismos ingredientes que la píldora. El parche cutáneo se coloca uno cada semana, y el anillo vaginal uno al mes. Son cómodos de utilizar porque puede ponérselos la mujer sin necesidad de acudir al ginecólogo, aunque sí debe prescribirlos el médico. El anillo vaginal es uno de los métodos más demandados por las españolas en los últimos años, su precio ronda los 19 €. No indicados con lactancia materna. Poseen las mismas contraindicaciones que la píldora.
– DIU. Se recomienda su uso a las cuatro o seis semanas tras el parto. Puedes utilizarlo si estás dando el pecho. Tras el parto el útero está agrandado, por lo que es más fácil expulsar el DIU. “Es mejor utilizarlo después de las cuatro a seis semanas tras el parto para disminuir las expulsiones”, indica el ginecólogo. Debe colocarlo el médico y no está indicado cuando hay infecciones vaginales, en mujeres con más de una pareja sexual y si el útero presenta malformaciones. 
– Método Essure y Adiana. Indicado en la lactancia. Este método bloquea las Trompas de Falopio mediante histeroscopia: se introduce un pequeño tubo por la vagina hasta alcanzar las trompas y bloquearlas para impedir así que los espermatozoides puedan pasar y encontrarse con el óvulo. Se trata de un método eficaz e irreversible, es decir, no se puede volver a recuperar la fertilidad. Se suele realizar en un día y la mujer se va a casa tras la intervención que se practica con sedación. Sin embargo, en los últimos años han aparecido denuncias de efectos secundarios graves del método Essure, de hecho, el Ministerio de Sanidad ha suspendido su venta de manera temporal en España.  Según el Ministerio, “los datos procedentes del estudio epidemiológico francés del 19 de abril de 2017, en el que se ha tenido en cuenta los datos de la literatura, del seguimiento y los resultados de un estudio epidemiológico sobre más de 100.000 mujeres, no cuestionan la relación beneficio/riesgo del implante Essure, por lo que no procede aconsejar la retirada del dispositivo ni modificar las pautas de seguimiento de las personas portadoras. Las pacientes que experimenten alguna sintomatología deben consultar con su médico”. En Brasil, el método Essure ha sido prohibido y en Estados Unidos –donde acumula más de 10.000 demandas de mujeres afectadas–, las autoridades han obligado a que se venda bajo una etiqueta especial que advierte de que se trata de un producto de alto riesgo. En España, el Ministerio de Sanidad ha elaborado una Guía de Actuación para las mujeres que lleven un implante Essure con el fin de “facilitar información a las usuarias que refieran efectos adversos, proporcionar las pautas de extracción con las máximas garantías de seguridad en el procedimiento de retirada y la realización de un seguimiento adecuado mediante las oportunas revisiones posteriores”.