Así fue mi parto…

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Iniciamos una serie en la que madres de diferentes países europeos nos cuentan cómo dieron a luz. Comenzamos por Francia y descubrimos en líneas generales cómo es la asistencia en este país vecino: si utilizan mucho o poco la cesárea, la episiotomía, si tienen ayuda a domicilio en el postparto, etc.

Blandine y Neil Bechetoille son dos padres felices porque acaban de aumentar su familia: hace cuatro meses nació Suzie, una preciosa niña que hace las delicias de su hermano mayor, Basile. Blandine nos cuenta cómo transcurrió el nacimiento de Suzie, que fue más fácil que el de Basile, su primer hijo. Ambos han nacido en Belley (Francia).

“Este ha sido mi segundo parto. Por experiencia sé que cuando estás dilatando en el hospital piensas más en el dolor, así que con Suzie decidí permanecer en casa hasta que las contracciones venían cada hora y duraban unos cinco minutos, así aguanté mejor el dolor porque estaba más distraída. Llegué al hospital a las 22:00 horas de la noche y a las 6:30 de la mañana nació Suzie. Durante la dilatación no quise que me pusieran la epidural. Con mi primer hijo me la pusieron cuando llegué a los cinco centímetros de dilatación, y al final fue un parto complicado, ya que tuvieron que utilizar ventosas y me atendió el ginecólogo: el médico sólo aparece cuando hay complicaciones. En cambio, en el parto de Suzie me atendió en todo momento la matrona. Aquí no se suele hacer la episiotomia, sólo en casos estrictamente necesarios, son más partidarios del desgarro natural. Y la cesárea cada vez se realiza menos y además se penaliza a los hospitales que realizan muchas. En Francia se publican listas con los mejores hospitales: cada centro tiene un número de puntos en función de la calidad de sus servicios, a más puntos mejor calidad. 
En el postparto sí que tenemos ayuda: viene una señora  a casa para ayudar, se encarga de cuidar al bebé, de llevar a los hermanos mayores al colegio, hacer la comida, limpiar, etc. Este servicio está subvencionado, se paga en función de los ingresos familiares, de manera que hay familias que no pagan nada por él. 
En Francia, hay servicios que están cubiertos al cien por cien por la Seguridad Social, mientras que otros sólo están cubiertos al 70%. Por eso la mayoría de los franceses tenemos un seguro privado, una “muttuelle”, que corre con los gastos de la asistencia en el hospital público. Nosotros pagamos por este seguro alrededor de 30 € al mes, aunque hay diferentes precios o tarifas.