Humanizar la cesárea

Las técnicas que la hacen más natural

La cesárea es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo cuando el ginecólogo considera que existe riesgo para la madre o el bebé. Las nuevas técnicas médicas han conseguido humanizar la cesárea mediante una técnica quirúrgica en la que se evita cortar los tejidos: el cirujano los separa con las manos. Y durante el parto, la tendencia más actual es dejar que el niño empuje y salga por si solo a través del abdomen.

La tasa de cesáreas recomendada por la OMS se sitúa entre el 10 y el 15 por ciento. Sin embargo, España supera estas cifras: más del 30 % en la sanidad privada y el 23–25 % en la sanidad pública. “Se hacen muchas, pero no es una cifra alarmante comparada con otros países. Lo importante es que la morbimortalidad fetal (supervivencia sin secuelas del recién nacido) es de las mejores de Europa”, matiza José María Lailla, ginecólogo de la  Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). El Ministerio de Sanidad puso en marcha en 2007 una “Estrategia de Atención al Parto Normal” para reducir este tipo de intervenciones y humanizar el acto de dar a luz. Y aunque en algunos hospitales se ha conseguido bajar el número de cesáreas, la tendencia general parece mantenerse estable. La Estrategia de Atención al Parto Normal sí ha conseguido bajar el número de episiotomías, ha mejorado el trato a la madre, ha favorecido el contacto piel con piel entre madre e hijo y el corte tardío del cordón umbilical. Además, las técnicas actuales de cirugía intentan que la cesárea sea lo más natural posible y menos agresiva para la madre y el niño, es lo que se conoce como cesárea humanizada. Por ejemplo, hoy ya se realiza una técnica quirúrgica en la que se evita cortar los tejidos: el cirujano los separa con las manos. Y durante el parto, la tendencia más actual es dejar que el niño empuje y salga por si solo a través de la incisión del abdomen, al igual que lo hace en el parto vaginal.

Cesárea: abrir sin cortar

Las nuevas técnicas quirúrgicas han conseguido que sea menos agresiva para la mujer. Actualmente la mayoría de las cesáreas se realizan bajo anestesia regional, lo cual implica –además de estar despierta durante la intervención y poder ver al niño– una recuperación en el postoperatorio más rápida que con la anestesia general. Incluso existe una técnica quirúrgica menos agresiva, llamada de Misgav–Ladach, el nombre del hospital israelí en el que trabajaba su impulsor, el dr. Michael Stark. Con esta técnica, el cirujano realiza una incisión horizontal de entre 14 y 18 centímetros por encima del pubis y a partir de aquí se abre camino con sus dedos hasta llegar al útero. “Al separar los tejidos con los dedos se lesionan menos vasos sanguíneos y por tanto hay menos sangrado. El resultado es que la mujer se recupera antes y sufre menos dolor”, explica el doctor Fernando Magdaleno Dans, jefe de Sección de Obstetricia del Hospital La Paz, en Madrid. Con la técnica convencional la madre recibe el alta a los seis días, mientras que con Misgav–Ladach puede irse a los tres o cuatro días del hospital. “Pero además –continúa el doctor Dans– se acorta a la mitad el tiempo de quirófano porque sólo se realizan tres suturas: en la piel, en la fascia (envoltura que recubre los músculos) y en el útero. Con la convencional tardábamos 30 minutos y con ésta unos 15. Y al ir más rápido, sacamos antes al bebé”. Actualmente se realiza ya en la mayoría de los hospitales, puesto que se trata de una técnica fácil de aprender y más económica. La foto corresponde a un parto por cesárea humanizada, que puede verse en vídeo

Cesárea suave
La nueva tendencia es realizar cesáreas suaves o humanizadas, que consiste en dejar que el bebé salga por si solo a través de la incisión del abdomen, al igual que lo haría en un parto vaginal. Es la forma más natural de cesárea que se ha conseguido. El doctor Jham Frank Lugo del Centro de Fertilidad Clínica Lugo (Maracay, Venezuela), especializado en cesáreas humanizadas, ha compartido en Instagram una serie de imágenes y vídeos que se han convertido en virales. En ellas puede verse a un bebé abriéndose paso a través de la abertura abdominal, empujando con la cabeza, hasta salir al exterior.