Pseudoterapias en el parto

Un riesgo para la vida del recién nacido

Parto bajo el agua

Los recién nacidos están en riesgo si durante el parto o el postparto se llevan a cabo pseudoterapias o prácticas sin evidencia científica como la siembra vaginal, dar a luz en el agua o retrasar el corte del cordón umbilical. Una tendencia al alza que aumenta la probabilidad de enfermedad infecciosa en el niño.

 

En los últimos años han aumentado las pseudoterapias en la atención al parto y postparto. Tal es el problema que la revista Pediatrics ha elaborado un informe para alertar a los pediatras del riesgo que conllevan para el recién nacido y con el fin de que informen a los padres. Un número cada vez mayor de prácticas neonatales alternativas que pueden provocar infección en el niño y que van desde la inmersión en el agua durante parto, la siembra vaginal, el corte retardado del cordón umbilical sin indicación médica, el retraso en el baño, la placentofagia (consumo de la placenta), hasta el aplazamiento no médico de la vacunación contra la hepatitis B. 

Parto bajo el agua

El parto por inmersión consiste en dar a luz en agua tibia con el objetivo de crear una transición gradual desde el entorno del útero al exterior para el recién nacido al mismo tiempo que se reduce el estrés de la mujer embarazada. En 2014, la American Academy of Pediatrics (AAP) y The American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) publicaron un informe clínico donde señalan los potenciales beneficios maternos durante la primera parte del parto pero ponen en entredicho la realización de esta técnica en la fase del expulsivo y nacimiento del niño. Los riesgos para el bebé incluyen hipotermia, ahogamiento o casi ahogamiento, dificultad respiratoria e infecciones. En la actualidad, la Sociedad Española de Neonatología y la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología recomiendan que la realización del parto bajo agua sólo se contemple en el contexto de un ensayo clínico controlado. 

Retardar el corte del cordón umbilical

La no ruptura umbilical, coloquialmente conocida como “parto lotus”, tiene el objetivo de permitir que el cordón umbilical y la placenta permanezcan adheridos durante más tiempo al bebé después del nacimiento. Los tejidos se dejan secar (con la ayuda de conservantes y salazón) hasta que el cordón se desprende espontáneamente, algo que generalmente ocurre entre los días 3 y 10 tras el parto. 
No ha habido ningún estudio científico que mida los efectos sobre el desarrollo cognitivo o emocional a largo plazo de los bebés a los que se les corta el cordón umbilical frente a aquellos en los que se retrasa el corte. En cambio, sí se han publicado casos de recién nacidos con infecciones (sepsis de aparición temprana ,endocarditis neonatal por Staphylococcus lugdunensis y onfalitis (infección del ombligo y los tejidos que lo rodean) que podrían relacionarse con el corte retardado del cordón umbilical. Según el informe de Pediatrics, actualmente no existen recomendaciones de organizaciones médicas o clínicas con respecto al uso de esta práctica. 

Aplazar la vacuna contra la hepatitis B

El virus de la hepatitis B (VHB) se puede transmitir al bebé en el momento del parto. Una dosis única de la vacuna administrada dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento tiene una eficacia del 75% al 95% para prevenir la infección de los bebés nacidos de madres infectadas. La dosis de esta vacuna en el recién nacido sirve como una red de seguridad para la prevención de la infección por VHB, y se debe desaconsejar el aplazamiento no médico de la dosis de nacimiento.

24/04/2022