“Quiero más pecho”

El lipofilling es una técnica novedosa que consiste en quitar la grasa que sobra en determinadas partes del cuerpo y ponerla donde falta. Con ella es posible aumentar la mama pequeña, un problema que se acentúa tras los embarazos o la lactancia. No se realiza en mamas caídas.

Con la técnica de lipofilling se consigue aumentar media talla más. Para someterte a ella, debes esperar unos nueve meses tras dar a luz y no has de estar dando el pecho. El procedimiento consiste en extraer la grasa extra acumulada en determinadas zonas del cuerpo (cadera, muslo, nalgas) mediante liposucción y colocarla en el pecho. Para obtener 400 gr. de grasa se suele tardar unas dos horas, algo que se realiza bajo anestesia. Una vez conseguida, inmediatamente se centrifuga y se extraen las células madre presentes en la misma (se suelen utilizar posteriormente para tratamientos estéticos y de rejuvenecimiento de la cara) y los adipocitos. Se conservan por separado (células madre y grasa), crioconservadas en tanques de nitrógeno líquido. De esta manera se mantienen vivas las células madre y también la grasa. Llegado el momento de utilizar la grasa para dar volumen al pecho, se descongela y el cirujano plástico la injerta en distintos puntos del pecho. El procedimiento de relleno suele durar poco tiempo y no requiere cirugía convencional como cuando se utilizan prótesis. “Los resultados son definitivos, aunque en algunos casos la grasa puede reabsorberse parcialmente y puede ser necesario inyectar más volumen”, explica Carlos Navarro Díez, cirujano plástico de Clínica Menorca, en Madrid.
Como efectos secundarios, en algún caso pueden formarse microcalcificaciones benignas, por eso es preciso realizar un control mamográfico antes y después del lipofilling mamario. Esta técnica está contraindicada en las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama y en mamas caídas.

Técnica de rejuvenecimiento facial con células madre
Las células madre extraídas de la grasa se suelen emplear en el rejuvenecimiento facial de la misma paciente (al ser sus propias células no existe rechazo). Se trata de una técnica muy sencilla que consiste en inyectar en distintos puntos de la cara las células madre mediante mesoterapia. No suele ser doloroso, aunque para evitar molestias se suele aplicar una crema anestésica. Con ello se consigue tersura y el relleno de las arrugas, los resultados son visibles en unos 20 días.
El precio de todo el procedimiento (liposucción y relleno) está entre 6.000 y 7.000 euros.