Tras dar a luz, muchas mamás notan que sus relaciones sexuales no son como antes. El cansancio, la fatiga, la disminución del tono muscular en las paredes de la vagina y, sobre todo, la ausencia de lubricación, hacen que la relaciones resulten molestas. Se trata de un problema pasajero, pero mientras dura puedes poner soluciones.
Tras dar a luz, los niveles de estrógenos descienden en el organismo y esto ocasiona sequedad vaginal, ya que dichas hormonas intervienen en la lubricación de la vagina. Esta atrofia del tejido vaginal es transitorio y su duración varía de una mujer a otra: las madres que optan por la lactancia artificial suelen recuperar la normalidad a partir de la tercera semana tras dar a luz; en cambio, si la mujer amamanta tarda más en recuperar este nivel, ya que la lactancia inhibe la producción de estrógenos. “El nivel de estrógenos en las madres que dan el pecho se recupera de dos a tres meses tras el parto, aunque los niveles no sean aún los adecuados”, explica el matrón Joaquín Maíz. A veces, pueden tardar más en recuperar ese nivel, en estos casos suele haber un retraso en la aparición de la menstruación.
Antes de iniciar las relaciones sexuales con tu pareja debes consultar con tu ginecólogo o matrona. Ten en cuenta también tus deseos, si acabas de dar a luz es normal que no te apetezca. Cuando, por fin, te sientas con ganas y tu médico dé “vía libre” para retomar la actividad sexual, conviene que utilicéis siempre preservativo, este anticonceptivo es el recomendado por los especialistas en las cuatro o seis primeras semanas tras el parto, además de evitar un nuevo embarazo te protege de posibles infecciones.
Medidas contra la sequedad vaginal
Para conseguir una mejor lubricación y facilitar las relaciones sexuales, existen una serie de productos que puedes utilizar, siempre previa consulta con tu ginecólogo o matrón, y que suelen recomendarse una vez han terminado los loquios (sangrados tras el parto).
- Si utilizáis como método anticonceptivo el preservativo, ha de llevar espermicida que aumenta la eficacia del método de barrera y facilita la penetración. “No se debe utilizar como lubricante la vaselina porque no se absorbe en la mucosa vaginal y facilita que el preservativo se desprenda del pene; además altera la composición química del látex, por lo que puede deteriorar el preservativo”, advierte el matrón Joaquín Maíz.
- El aceite de rosa mosqueta es un producto natural que sirve como lubricante, no altera el pH de la vagina, se absorbe muy bien y también sirve para reparar tejidos; de hecho, se recomiende para masajear la zona de la episotomía, sobre todo si la cicatriz está endurecida. Puedes adquirirlo en la farmacia, pero asegúrate de que es totalmente natural y que no lleva perfume. Otros lubricantes, como Velastisa Intim (Laboratorio Isdin) o Trofolastin Lubricante (Laboratorio Carreras), también se absorben bien y no suelen alterar la flora vaginal.
- Si la sequedad vaginal no mejora con los lubricantes, debes consultar con tu ginecólogo la posibilidad de utilizar óvulos o pomada de estrógenos. Al ser un tratamiento de aplicación local, no suele interferir en la lactancia y resulta eficaz contra la sequedad.
- Además, ten en cuenta que la mujer necesita un tiempo hasta alcanzar la lubricación necesaria. “Hay que permitir un período de tiempo amplio antes de la penetración para facilitar la excitación y lubricación en la mujer”, explica el matrón Joaquín Maíz. Procura adoptar la posición que te permita controlar el ritmo y la profundidad de la penetración. Ante cualquier duda, consulta con tu especialista.