Los problemas en los espermatozoides, las anomalías genéticas, los factores desconocidos y los ambientales, son las principales causas de infertilidad en el hombre. Os contamos en qué consisten y qué soluciones pueden aplicarse en cada caso.
Las clínicas de reproducción asistida se encuentran cada vez con más varones cuya capacidad para concebir es limitada debido a la baja calidad del semen. El doctor Nicolás Garrido, especialista en Andrología del Grupo IVI, admite que si bien es cierto que la edad no es un factor influyente para el hombre a la hora de tener hijos, “sí existen otros factores que pueden mermar su capacidad reproductiva y dificultar la posibilidad de ser padre de modo natural”. Este especialista nos habla de los más frecuentes y qué solución se aplica en cada caso.
Problemas en los espermatozoides
Pueden distinguirse dos problemas: bajo recuento y falta de movilidad, para cada uno de ellos existe un tratamiento específico.
Bajo recuento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el recuento normal de espermatozoides en el eyaculado del varón es de 20 millones por milímetro de semen. Si la mujer es especialmente fértil, se puede lograr la concepción con valores menores, de lo contrario se necesitarán valores mayores para la fecundación. Por suerte, en los casos de pocos espermatozoides o de necesidad de valores más elevados de los disponibles, las técnicas de reproducción asistida pueden resolver este problema mediante Fecundación in Vitro (FIV) o la Inyección Intracitoplasmática (ICSI). Cuando no existe ningún espermatozoide en el eyaculado existen otras técnicas, como las biopsias testiculares.
Falta de movilidad. Los parámetros de movilidad normales se basan en la llamada “movilidad progresiva” o porcentaje de espermatozoides con desplazamiento de su posición de origen. Hay varones que tienen niveles de movilidad muy bajos. En estas situaciones hay que recurrir a técnicas como la FIV o la ICSI, según los casos. Las causas de esa escasa o nula movilidad pueden ser ocasionales (infecciones) o permanentes (ligados a alguna condición genética).
Anomalías genéticas
Se pueden dividir en dos: anomalías genéticas en los cromosomas o genes y anomalías en los espermatozoides. Este aspecto está hoy en día muy bien controlado mediante el estudio del cariotipo (conjunto de cromosomas) en el varón, la técnica FISH en los espermatozoides y otras pruebas para las enfermedades genéticas más comunes que podría transmitir el padre al hijo y, así, poderlo evitar.
El DGP (Diagnóstico Genético Preimplantacional) es una técnica clave para erradicar este tipo de anomalías en la descendencia, pues diferencia los embriones sanos de los que no lo son antes de ser transferidos al útero materno.
Factores idiopáticos o desconocidos
Están los casos de infertilidad masculina de origen idiopático o desconocido, al ignorarse los motivos que evitan la unión del óvulo con el espermatozoide para dar lugar al embrión. “El Grupo IVI acaba de aplicar en España una nueva técnica de selección de espermatozoides que mejora en un 10% la tasa de fecundación mediante una técnica conocida como MACS”, explica el Dr. Garrido. MACS se basa en uno de los procesos fisiológicos del organismo humano, la apóptosis o muerte celular programada, es decir, las células de los distintos tejidos nacen, tienen un tiempo limitado de vida y mueren. Y así empieza un nuevo ciclo celular. La nueva técnica permite mejorar la capacidad de fecundar al óvulo en un 10% y, por tanto, incrementa las posibilidades de embarazo.
Factores externos
La obesidad, el sobrepeso y los malos hábitos alimentarios están relacionados con una menor producción de espermatozoides. Una dieta pobre en antioxidantes (vitaminas E, A, C, B-12, carnitina, arginina, selenio, etc.) actúa negativamente sobre el ADN del esperma. Otro importante micronutriente es el ácido fólico, esencial en el desarrollo de las células germinales, entre otras funciones. Su carencia es muy perjudicial.
El consumo excesivo de alcohol afecta a los niveles de testosterona y a la calidad y cantidad de los espermatozoides. El tabaco, unido al consumo excesivo de alcohol, no suma, sino que multiplica los efectos negativos sobre el sistema reproductor masculino. Son numerosos los estudios que hablan de la capacidad mutagénica de los compuestos del tabaco sobre las células germinales. Afecta, como el alcohol, además a la calidad y cantidad de los espermatozoides. Todo ello va relacionado con el número de cigarrillos diarios y con el tiempo que se esté fumando.
La marihuana es la droga más consumida en todo el mundo. Distintos estudios han demostrados que altas dosis de esta droga (8–20 cigarrillos/día) se asocian a una disminución significativa en la concentración, movimiento y alteraciones en la forma de los espermatozoides.
También se ha estudiado el efecto del estrés cotidiano sobre la capacidad para concebir del varón. “En los hombres sometidos a situaciones muy traumáticas y puntuales de estrés, la calidad de los espermatozoides se ve seriamente alterada.
En las parejas sometidas a técnicas de reproducción asistida, que pueden estar sometidas a una gran carga de ansiedad y estrés, también se puede dar este hecho y es muy importante la ayuda psicológica”, indica el especialista.
Sustancias que pueden causar infertilidad