Ser madre tras el cáncer

Cómo preservar la fertilidad antes del tratamiento oncológico

Muchas mujeres reciben la noticia de un diagnóstico negativo (cáncer) cuando están en edad de tener hijos. Esto frustra sus sueños, ya que los tratamientos suelen producir esterilidad. ¿Tiene solución? Sí, se puede preservar la fertilidad antes del tratamiento oncológico. Así, una vez superada la enfermedad, la mujer puede ser madre.

Muchas mujeres jóvenes a las que se les diagnostica un cáncer acaban superándolo. No obstante, los tratamientos de quimioterapia y radioterapia las dejan estériles o subfértiles. “Afortunadamente, cada vez son más las mujeres jóvenes diagnosticadas de cáncer que se curan. Sin embargo, los tratamientos de quimioterapia y radioterapia pueden afectar en mayor o menor grado su fertilidad futura. La realización de tratamientos para preservar la fertilidad antes de que la mujer inicie los tratamientos de quimio y radioterapia le permiten, una vez superado el cáncer, ser madre empleando sus propios óvulos o tejido ovárico”, explica el doctor Gorka Barrenetxea, jefe de servicio de Ginecología, Obstetricia y Reproducción Asistida de Quirón Bilbao.

VITRIFICAR ÓVULOS Y CONGELAR TEJIDO OVÁRICO
La vitrificación de óvulos es una técnica muy nueva que evita la formación de cristales dentro del óvulo al tratarse de una congelación a alta velocidad que solidifica la sustancia viscosa de la que está formado el óvulo, reduciendo al mínimo el daño celular. Su posterior desvitrificación también a alta velocidad permite que las tasas de supervivencia sean prácticamente del 100% y las tasas de gestación son comparables a las que se consiguen con ovocitos o embriones frescos. “La vitrificación de ovocitos consiste en un proceso de congelación ultrarrápido de los mismos. A diferencia de la congelación clásica (o lenta) la supervivencia de los ovocitos vitrificados es muy alta y, por tanto, las posibilidades de embarazo también lo son“, explica el especialista. Para obtener los ovocitos es necesario estimular previamente los ovarios con hormonas mediante un tratamiento que viene a durar 8–10 días. Cuanto más joven es la mujer, más ovocitos se obtienen (y son de mejor calidad) y, por tanto, las posibilidades de un embarazo ulterior son más altas.
También existe otra técnica: congelación del tejido ovárico. ¿En qué consiste? “Básicamente consiste en obtener un trozo de ovario mediante un procedimiento quirúrgico (laparoscopia) que requiere anestesia general, y congelarlo. Superado el cáncer se puede volver a reimplantar ese trozo (en el mismo ovario o en otra zona)“, explica el doctor Gorka Barrenetxea. Se trata de un procedimiento más experimental: a día de hoy sólo hay 12 recién nacidos en el mundo a partir de esta técnica; uno de ellos nació en España tras un trasplante en el hospital 9 de octubre de Valencia.

CUÁNDO NO PUEDEN REALIZARSE ESTAS TÉCNICAS
La estimulación ovárica no es posible realizarla en niñas prepúberes. “En estos casos, la única opción posible sería la preservación de tejido ovárico; sin embargo, hay que hacer constar dos puntos importantes: que hablamos de un procedimiento aún experimental con muy pocos embarazos en la actualidad, y que, afortunadamente, cuanto más joven es la niña, menos probable es que sufra un fallo ovárico absoluto tras un tratamiento oncológico“, dice el especialista.
En cuanto al riesgo que pueda entrañar la estimulación con hormonas para la mujeres diagnosticadas de cáncer, este experto señala que existen protocolos de estimulación ovárica mediante los cuales no se producen elevaciones hormonales perjudiciales, por tanto son utilizables en cánceres de mama. En palabras del Dr. Gorka Barrenetxea, “la limitación más importante, al igual que ocurre con la reproducción asistida clásica, es la edad de la mujer. No tiene sentido valorar la preservación de la fertilidad a partir de ciertas edades porque los resultados no serían buenos. Las posibilidades de preservación a partir de los 40 años son limitadas“.