Si habéis decidido buscar el embarazo, sed muy cuidadosos con el consumo de ciertas sustancias. Hay estudios que relacionan al tabaco, al alcohol e incluso a la cafeína con ciertas dificultades a la hora de concebir. Lo más recomendable: abandonar el tabaco, no beber ni una gota de alcohol, sustituir el café por el descafeinado, y por supuesto, nada de drogas. Os explicamos cómo pueden afectar a vuestra fertilidad todas estas sustancias. Prestad mucha atención.
Cuando la pareja se plantea buscar un hijo debe ser consciente que, desde ese momento, ha de plantearse una vida saludable. Siempre es posible conseguir una dieta más equilibrada y eliminar la ingesta de determinadas sustancia cuyo consumo diario puede interferir en el embarazo. Limita la ingesta de cafeína, ten en cuenta que hay bebidas (de cola e isotónicas) que contienen gran cantidad de esta sustancia, además del café. Lo aconsejable es sustituirlo por descafeinado, el que se prepara en cafetera tiene un sabor casi similar. En cuanto al alcohol, lo prudente es que eliminéis su consumo de vuestra dieta. Podéis optar por la cerveza sin alcohol, los refrescos, o los zumos. El tabaco y otras drogas, como la marihuana, influyen negativamente en la fertilidad, por lo que se aconseja abandonar su consumo. Descubrid como afectan a la fertilidad las siguientes sustancias:
Cafeína. En las mujeres, diversas investigaciones muestran una correlación entre el consumo elevado de cafeína y las dificultades para lograr el embarazo. Si dejar el café completamente te resulta demasiado difícil, trata de limitar su consumo a dos o tres tazas al día y/o cambia el café por descafeinado. No olvides que algunos refrescos también contienen cafeína, al igual que algunos chocolates.
Tabaco. “Los fumadores saben que fumar es malo para la salud y que es causa de un gran número de muertes, ya que ocasiona cáncer, enfermedades respiratorias y cardiovasculares, pero pocas personas saben que afecta tanto a nuestra fertilidad”, explica la Dra. Victoria Verdú. Fumar puede perjudicar a la reproducción, tanto en las mujeres como en los hombres. En la mujer, el hábito de fumar puede llevar a provocar problemas menstruales, alteraciones en las trompas de Falopio y en el cuello uterino, e incrementar la probabilidad de embarazos ectópicos (fuera del útero). En el caso de los hombres, fumar puede alterar la composición del semen, de hecho, el cigarrillo contiene cientos de compuestos, algunos de los cuales son los responsables de la producción de rupturas en el ADN de los espermatozoides. “Los tratamientos de esterilidad e infertilidad tienen peores resultados entre aquellas parejas en las que al menos uno de sus miembros fuma”, advierte la ginecóloga.
El tabaco es tan nocivo en la fertilidad de las mujeres que se puede llegar a decir que añade diez años a su edad reproductiva, lo que significa que una fumadora de treinta años tiene los mismos problemas que una que no fuma a los cuarenta.
En general las parejas que están tratando de conseguir un embarazo deben considerar seriamente dejar de fumar, en especial aquellas con infertilidad de causa desconocida, y también los hombres cuyos recuentos espermáticos se encuentran al límite. “Es importante que ambos miembros de la pareja abandonen el tabaco para evitar los efectos del humo pasivo”, aconseja la ginecóloga.
Drogas y alcohol. Según diferentes estudios, el consumo considerable de alcohol puede incidir en un menor número de espermatozoides, de testosterona (la hormona masculina que interviene en la producción del esperma) y en un aumento de estrógenos. En las mujeres, beber alcohol puede provocar ciclos menstruales irregulares y períodos anovulatorios (la menstruación que ocurre sin ovulación). El alcohol puede también incrementar las posibilidades de aborto espontáneo después de que una mujer quede embarazada y puede provocar un número de defectos de nacimiento graves, conocidos como Síndrome de Alcoholismo Fetal o SAF.
En cuanto a drogas, el consumo habitual de la más común de ellas, la marihuana, puede dificultar la fertilización natural del óvulo ya que los espermatozoides se mueven con mayores problemas. La cantidad y el estado de los espermatozoides también disminuye. Respecto a otras drogas como la cocaína, heroína, éxtasis, anfetaminas, etc., uno de los problemas más preocupantes es que además de provocar o agravar las disfunciones sexuales masculinas, al empeorar el estado general de salud, pueden dañar el ADN o material hereditario de los gametos (óvulos y espermatozoides.)
Por tanto, es mejor evitar el consumo de alcohol y cualquier tipo de drogas mientras se intenta concebir y también durante el embarazo.