Los pediatras recomiendan los baños de lejía muy diluida en los niños que sufren dermatitis atópica moderada o severa con gran número de infecciones en la piel para mejorar y prevenir este problema. La lejía tiene efecto antiséptico y reduce la bacteria “staphylococcus aureus”, la culpable del picor de la dermatitis.
Las consultas por dermatitis atópica aumentan hasta en un 30% a partir de septiembre–octubre, “hay que tener en cuenta que un 20% de las consultas de dermatología pediátrica tienen que ver con esta enfermedad ya que es la dolencia crónica de la piel más frecuente en los niños, aunque suele mejorar al llegar a la pubertad”, comenta el doctor Gerardo Beteta Gorriti, dermatólogo del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime. ¿La causa? Los cambios de temperatura, la reducción de la hidratación del verano, la sequedad del ambiente y el estrés.
El niño se rasca sin parar, incluso cuando duerme: la piel se enrojece, se seca y se inflama. Así se desencadena la dermatitis atópica, un problema que se ha triplicado en las últimas tres décadas en los países industrializados: de cada 10 niños que nacen en España, entre dos y tres la desarrollan, según la Academia Española de Dermatología y Venereología. Además de los tratamientos farmacológicos, existen medidas para mejorarla. Una de las más novedosas son los baños de lejía. Sí, ha leído bien. Un estudio llevado a cabo en la Universidad Northwestern, en el estado de Illinois (E.U), por la dermatóloga Jennifer T. Huang, observó que los niños que sufrían de dermatitis atópica mejoraban con baños de lejía diluida. En la investigación participaron 31 pacientes, de 6 meses a 17 años de edad, con dermatitis atópica moderada a grave y signos clínicos de infecciones bacterianas secundarias. Un grupo de pacientes se trato con baños de lejía diluida y otro con agua normal (placebo) durante 3 meses. El primer grupo mostró reducciones significativamente mayores desde el inicio en la severidad del eccema. La clave parece estar en el efecto antiséptico de la lejía, que reduce la bacteria staphylococcus aureus, la culpable del picor de la dermatitis, según un estudio reciente publicado en la revista Jama.
¿Lo recomiendan los pediatras?
Una cosa es lo que observan los estudios y otra lo que recomiendan los médicos. La Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria recomienda los baños de lejía en determinados pacientes: niños que sufren dermatitis atópica moderada o severa con gran número de infecciones que desencadenan brotes. La Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología también los recomienda para reducir los síntomas y disminuir la infección bacteriana. Y especialistas como la dermatóloga Lorea Bagazgoitia también lo ve viable: “Esta medida suele recomendarse para reducir la cantidad de una bacteria llamada staphylococcus aureus que tienen con frecuencia las personas con dermatitis”, explica en su blog. ¿A quién se indica? “Suele indicarse en personas con eccemas que tengan signos de infección o en aquellos casos de dermatitis que no mejoran adecuadamente con los tratamientos convencionales. No entraña ningún riesgo para la piel”, dice.
La pediatra Gloria Colli, jefe del Servicio de Pediatría del Grupo Hospiten, también recomienda en su blog los baños de lejía en los niños con dermatitis atópica porque, según señala, se usa en concentraciones que no son irritantes y se consigue mantener a raya a las bacterias perjudiciales: “Un baño cada dos o tres días ayuda a mejorar la evolución”, dice.
Baño de lejía: paso a paso
La Asociación Andaluza de Pediatría de Atención Primaria advierte de no utilizar el baño de lejía durante el brote agudo de la dermatitis. Antes de ponerlo en práctica hay que consultar con el pediatra.
1. Utilizar una lejía normal de uso doméstico con concentración 6% (o inferior). Sin perfume, ni detergente ni otras combinaciones. Debe ser lejía normal todo uso.
2. Nunca aplicar la lejía directamente sobre la piel.
3. Echar una cucharadita de lejía o un tapón (5 ml) por cada 4 litros de agua en la bañerita de bebé. No utilizar gel ni jabón.
4. Meter al niño en la bañera, solo hasta el cuello. El agua no debe darle en la cara por el riesgo de que le entre en los ojos. Debe permanecer en la bañera 10 minutos.
5. Aclarar con agua del grifo y secar sin frotar con la toalla: debe hacerse dando pequeños toques sobre la piel para no irritarla.
6. Aplicar la crema hidratante o el tratamiento recomendado por el pediatra.