La mayoría de los bebés sufren cólicos al final del día: de repente el niño llora y chilla flexionando sus piernecitas sobre la tripa. Se trata de un dolor agudo que le hace retorcerse y llorar desconsoladamente. La duración del mismo varía de unos bebés a otros, ya que depende mucho de la facilidad o no que tengan para expulsar los gases. Es importante masajear su tripita para ayudarle a echarlos fuera.
El cólico del lactante ocurre porque el recién nacido tiene el aparato digestivo inmaduro, lo cual favorece la retención de gases. Además, el bebé tiene poca capacidad para expulsarlos, por lo que se acumulan y le producen “pinchazos” o dolor agudo en el interior del abdomen. “Cuando un bebé está con cólico del lactante, los movimientos naturales e involuntarios de las vísceras que se encargan de hacer la digestión, no lo hacen de manera organizada y rítmica”, explica Raúl Guzmán, jefe del Servicio de Osteopatía de Clínica VASS, en Madrid, que lleva más de 20 años trabajando con niños. Los síntomas característicos del cólico del lactante son: llanto desconsolado (alternando chillido con lloro), al mismo tiempo el bebé se flexiona sobre si mismo, retorciéndose por el dolor que está sufriendo. “En función de lo agudo que sea el cólico y de la incapacidad de expulsar gases, estos episodios pueden durar más o menos”, puntualiza el especialista. Los bebés suelen sufrir las fases más agudas al final de la tarde y principio de la noche, empezando a encontrarse mejor a primera hora de la mañana. Aunque también hay excepciones, “un porcentaje muy bajo (2%) de bebés está peor por el día y duerme durante toda la noche, despertándose para las tomas y quedándose dormidos después, en estos casos, por muy agudos que sean los cólicos por el día, al menos por la noche duermen”, explica Raul Guzmán.
Masajes para calmar el cólico del lactante
Cuando hayan pasado dos horas desde la última toma, es el momento ideal para comenzar con los masajes. No se deben realizar si el niño acaba de comer. En la mayoría de los casos, el mejor momento para darle el masaje es por la mañana temprano, pero hay bebés a los que les gusta más después del baño… se trata de buscar el momento ideal. Nuestras manos deben estar recién lavadas y calentitas, es importante que no haya corrientes de aire, y que la temperatura ambiente se mantenga entre 24 º y 26 º C. Observad si el niño está cómodo, no debe sentir frío ni calor.
Fotografías y masajes extraídos del libro El cólico del lactante. Con sencillos masajes tú puedes ayudarle. Raúl Guzmán. Colección “Tus manos, tu bebé”. En el libro podrás encontrar el programa completo de masajes.