El estreñimiento es uno de los problemas más frecuente en los niños. De hecho, representa entre el 12 y el 15 % de las consultas de pediatría. Para saber si tu pequeño está estreñido, además de tener en cuenta la frecuencia, has de observar también la consistencia de las heces (duras y secas) y si el niño llora y muestra dolor al hacerlas.
El estreñimiento se define como la disminución en la frecuencia de la emisión de las heces, pero también puede ser definido como las deposiciones dolorosas, acompañadas de llanto en el niño. En este caso, las heces suelen ser duras y secas, como pelotitas. El problema del estreñimiento en los lactantes se relaciona con la falta de fuerza muscular para expulsar las heces y con la inmadurez del intestino. La frecuencia en el número de deposiciones en el bebé menor de seis meses es bastante variable, hay niños que pueden hacer 6–8 veces al día y otros una vez cada 3–4 días, y en ambos casos todo es normal. De hecho, hay lactantes alimentados con leche materna que no hacen deposiciones en 3–4 días y no están molestos, mientras que otros si no hacen en 24 horas sí lo están. “Por lo general, los problemas de estreñimiento relacionados con mecanismos de inmadurez intestinal mejoran al introducir la alimentación complementaria entre los 6 y los 24 meses de vida, pero es fácil que si hay antecedentes familiares de estreñimiento, ese niño acabe padeciéndolo”, explica el Dr. Félix Sánchez-Valverde, jefe de Sección Gastroenterología y Nutrición Pediátrica en el Hospital Virgen del Camino (Pamplona), y miembro del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.
Consejos contra el estreñimiento en bebés
Si sospechas que tu pequeño está estreñido debes acudir al pediatra para que le haga una exploración y descartar cualquier otro problema de salud. Bajo ningún concepto le administres laxantes. Los bebés alimentados con lactancia artificial suelen estreñirse más que los que toman el pecho. Esto sucede porque las leches de fórmula contienen grasas que suelen absorberse peor en el intestino y que unidas al calcio forman “jabones” cálcicos, unas sustancias que producen estreñimiento. Algunos lactantes menores de seis meses también pueden sufrir disquecia, una situación en la que el niño llora y se pone rojo al hacer deposiciones, pero al final las heces son blandas. “Esto ocurre por un problema de coordinación del suelo pélvico que mejora con la madurez psicomotora del niño y con la introducción de la alimentación complementaria”, aclara el Dr. Félix Sánchez-Valverde. Para mejorar el estreñimiento, existen una serie de consejos que te pueden ayudar:
– Puedes consultar con el pediatra la posibilidad de adelantar unas semanas las frutas en la dieta del bebé.
– También suele funcionar el masaje abdominal: con la mano derecha flexiona sus piernas y con la izquierda dale un masaje circular alrededor del ombligo, en el sentido de las agujas del reloj y sin apretar demasiado.
– Otra opción es masajear la parte final de la espalda, justo encima del culete.
– No se aconsejan medidas de estimulación anal de forma sistemática porque el niño se habitúa, de manera que sólo hace deposiciones si previamente se le ha estimulado.
– Cuando ya tome cereales, coméntale al pediatra la posibilidad de échar en el biberón unos cacitos de cereales con fibra (especiales para el estreñimiento). Una vez que comience a tomar puré de verduras evita la zanahoria porque estriñe.
– Hay pediatras que recomiendan rebajar la leche de fórmula con agua (siempre en las proporciones que indica el médico). “Rebajar la leche fórmula es una solución temporal ya que si dura mucho tiempo se corre el riesgo de dar una dieta baja en calorías al niño, es mejor ofrecer agua extra”, aconseja el Dr. Félix Sánchez-Valverde.
– Cuando el estreñimiento no se controla con las medidas anteriores es necesario que el pediatra valore la posibilidad de recetar algún preparado, en lactantes suele dar buen resultado la Eupeptina (siempre bajo prescripción médica).
Tabla de Bristol (consistencia de las heces). Tipos 1,2,3 representan estreñimiento; 4,5,6 son variaciones de la normalidad; y 7 diarrea.