Un nuevo estudio asocia la lactancia materna prolongada con un mayor coeficiente intelectual en la edad adulta. El trabajo realizó el seguimiento de 3.493 niños durante 30 años en Brasil, en un lugar donde las bajas condiciones socioeconómicas no influyen positivamente en el nivel educativo.
Si amamantas a tu hijo durante más tiempo, estás invirtiendo en su capacidad intelectual, ya que según estudio, los niños que se crían al pecho poseen un coeficiente intelectual mayor de adultos. La lactancia materna suma así un beneficio más, al margen de los ya conocidos: ha demostrado ser eficaz para reducir los riesgos de enterocolitis necrosante, un problema intestinal que afecta a los bebés prematuros; por eso se recomienda en las Unidades de Neonatología de los hospitales. También ha demostrado ser beneficiosa para disminuir el riesgo de infección gastrointestinal y de dermatitis atópica en los lactantes durante el primer año de vida, según un estudio realizado con 17.046 madres y sus bebés.
De manera que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
Niños más inteligentes
Un nuevo estudio ha asociado la lactancia materna con un mayor coeficiente intelectual en la edad adulta. El trabajo se realizó en una zona urbana de Brasil, donde el hábito de la lactancia materna no se encuentra consolidado y donde las bajas condiciones socioeconómicas no influyen positivamente en el nivel educativo. Su objetivo fue evaluar si la duración de la lactancia materna se asociaba con coeficiente intelectual, años de escolaridad y renta económica a los 30 años de edad.
El trabajo realizó el seguimiento de 3.493 niños durante 30 años, de 1982 hasta 2012. Durante el embarazo y el parto, se recogieron datos de renta familiar, educación materna, tabaquismo materno, edad materna, índice de masa corporal materna y peso antes del embarazo, tipo de parto, edad gestacional y peso al nacer. Y se estableció como duración de la lactancia materna el tiempo hasta la introducción de alimentos distintos de la leche materna (no se incluyó el concepto de lactancia materna exclusiva).
A los 30 años se evaluó la inteligencia, el nivel educativo y la renta en el mes anterior. Los resultados desvelaron que la lactancia materna se asociaba con un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, algo que podría tener un efecto importante en la vida real, al aumentar el nivel educativo y la renta económica de los ingresos en la edad adulta.