Adiós al chupete

Ha llegado el momento de que tu hijo abandone el chupete. A partir del año ya no lo necesita, por eso debes comenzar a restringirlo paulatinamente. Así evitarás que en el futuro tenga problemas dentales, retraso en el lenguaje o incluso deformidad en el paladar. Debes hacerlo poco a poco, sin reñirlo y siguiendo unos pasos para no crearle traumas.

Los pediatras no se ponen de acuerdo en cuanto a la edad en la que el niño debe dejar el chupete. Muchos coinciden que puede empezar a restringirse a partir de los 8 meses, y suprimirlo a partir del año. Pero también hay algunos que dicen que la edad puede oscilar entre los 13 meses y los 3 años. “Podemos fijarnos en cómo reacciona el niño ante la retirada del chupete; si no reacciona con excesiva ansiedad, se puede comenzar a quitar”, aconseja Noemi Fernández, psicóloga infantil de ISEP Clínic Granada. Conviene preparar al niño, con mensajes del tipo “ya eres un niño grande y no lo necesitas”, al mismo tiempo que restringes el uso del chupete paulatinamente, hasta que lo utilice sólo para dormir. Hay niños a los que les cuesta más, “normalmente los niños menos autónomos, más dependientes, con algún tipo de retraso madurativo o con niveles elevados de ansiedad, son los que más notan cualquier tipo de cambio y por tanto serán más reacios y les resultará más difícil dejar el chupete que a otros niños”, explica la psicóloga.

Trucos para dejar el chupete sin traumas
Debes quitarle el chupete de manera paulatina, explicándole por qué debe dejarlo y teniendo siempre en cuenta el momento idóneo.
Para empezar, refuerza su autoestima con mensajes que le transmitan lo contenta que estás con él por lo mayor que se ha hecho y por cómo consigue logros día a día, para enlazarlo con la retirada del chupete.
– Busca el momento de mayor estabilidad y tranquilidad posible. No se lo quites si el niño muestra ansiedad, está nerviosos, enfermo, o ha tenido lugar algún cambio en el ambiente familiar.
– Dependiendo de la edad puedes involucrar al niño o no en su retirada. Si se trata de un pequeño suficientemente maduro se le pueden ofrecer diferentes posibilidades para que elija la que le parezca más atractiva.
– Ofrécele diferentes opciones para deshacerse del chupete, como por ejemplo que lo tire a la basura, que se lo regale a alguien querido y cercano, que lo ponga bajo la almohada para el Ratoncito Pérez a ver si le trae un regalo, canjearlo directamente por un regalo que le den sus padres, etc. Si se involucra en la decisión de dejarlo será más fácil que no vuelva a pedirlo y, en caso de hacerlo, podemos recordarle que él / ella estaba de acuerdo.
– Explícale que si sigue con el chupete tendrá problemas en la boca y en los dientes e incluso involucra en esto al pediatra o al dentista.
– Debes utilizar el refuerzo como método para afianzar los progresos en la retirada del chupete. Por ejemplo, si lo ha dejado ya durante el día, puedes premiarlo con cosas que le gusten: salida al parque, leerle un cuento, comprarle un pelota, etc.
Si el niño sigue siendo reacio se pueden usar trucos para que el chupete deje de ser tan atractivo como por ejemplo, cortar o raspar las tetinas para que al chuparlo la textura le resulte desagradable, alternar su uso con vasos especiales para niños, impregnarlo con sabores naturales a los que tu niño sea reacio, etc.
– No dejes el chupete a la vista. No cedas ante el llanto y las rabietas, recuérdale que ya es mayor para usarlo. “Desde luego una de las bases de una correcta educación es la firmeza y la constancia, por lo que si hemos decidido retirarle el chupete debemos de permanecer firmes en nuestra decisión y no dárselo bajo ningún concepto”, aconseja la psicóloga.
– Para aquellos niños más complicados se puede utilizar algún sistema de puntos por días, como si fuera un concurso: el niño gana puntos los días que no lo utiliza y cuando llega a un número determinado de puntos se canjean por un premio.

Lo que no debes hacer a la hora de quitarle chupete
– Ser agresivo o enfadarse con el niño.
– Quitárselo de repente.
– No tener en cuenta los momentos de mayor ansiedad del niño.
– No tener en cuenta el por qué tiene la necesidad de usar el chupete.
– Empezar la retirada durante momentos estresantes como cambios de domicilio, separaciones, comienzo de curso, nacimientos de hermanos, etc.
– Castigarle o humillarle si llora.