Danza del vientre

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La danza del vientre se ha puesto de moda entre las embarazadas: relaja, previene dolores de espalda y aumenta la elasticidad de la zona pélvica de cara al parto. Debe estar impartida por matronas y antes de ponerla en práctica hay que consultar con el ginecólogo por si hubiera alguna contraindicación.

Se cree que el origen de la danza del vientre es griego, aunque algunas danzarinas la consideran originaria de Egipto. Para las mujeres de Arabia Saudita, la danza del vientre por sí misma había sido considerada sagrada y no podía ser vista por los hombres. “Además de su realización en las ceremonias religiosas, también formaba parte de los ejercicios de preparación al parto, por lo que la convierte en una de las formas más antiguas de instrucción para que dar a luz fuera menos doloroso y más satisfactorio”, explica Teresa Osa, coordinadora del Equipo de Matronas de Hospital Universitario Quirón, en Madrid, donde se imparte danza del vientre a las embarazadas.

 

¿Quién puede practicar esta danza?
Este baile está indicado en mujeres cuyo embarazo se desarrolle con normalidad y siempre ha de realizarse bajo supervisión especializada, ya sea por el ginecólogo o por la matrona.  “Antes de practicarla se debe acudir a la consulta con el ginecólogo, él es la persona más indicada para valorar si existe alguna complicación por la que estuviera contraindicada la danza”, explica la matrona.
Hay que aclarar que durante la gestación sólo se realizan los movimientos suaves de esta danza. Nada que ver con el baile agitado y sensual que desarrolla la cantante Shakira. “Esta danza oriental es suave y de bajo impacto, por lo que es un ejercicio seguro durante el embarazo. Todos los movimientos se pueden hacer con extrema suavidad. Se evitan todos los movimientos que tienen repercusión en la zona abdominal, que ya ha sido ‘ocupada’ por el bebé”, aclara la matrona Teresa Osa.

 

Ejercicios en cada trimestre de gestación
Lo importante es tener en mente que el embarazo no es una enfermedad durante la cual la mujer no debe hacer nada. 
Primer Trimestre: el inicio debe ser muy suave insistiendo en la postura adecuada para favorecer la correcta alineación corporal. Se comienza a trabajar con músculos abdominales, torácicos y brazos.
– Segundo Trimestre: la postura ya es vital. Se trabajan músculos torácicos, de bajo vientre, abdominales y suelo pélvico. Se recomienda la danza del vientre sobre todo para aquellas mujeres que sufren dolores de espalda durante su embarazo. Es imprescindible tener una buena postura y en este momento es necesario trabajarla aún más ya que después será fundamental para no sufrir lesiones de espalda con el peso del bebé.
– Tercer Trimestre: cuanto más avanzada es la gestación, más suaves serán los movimientos. El vientre ha crecido mucho por lo que se evitarán movimientos bruscos. 

 

Beneficios en el embarazo y de cara al parto
La idea de practicar danza durante el embarazo es la de conseguir beneficios físicos y psicológicos:
– Fortaleces los músculos. Favorece la correcta alineación corporal, ayuda a mantener el tono del suelo pélvico, alivia posibles dolores en la zona lumbar y aumenta la elasticidad de la zona pélvica (algo importante de cara al parto). 
– Aprendes a respirar. Las mujeres aprenden a respirar mejor y a controlar la musculatura corporal, a la vez que disfrutan de la práctica de una danza que relaja y permite compartir el embarazo con otras mujeres. “El método permite hacer pequeñas secuencias o coreografías para juntar todos los pasos aprendidos. Los beneficios que se consiguen con esta técnica son tanto físicos como psicológicos: elimina ansiedad, favorece el buen  humor y segrega endorfinas que le ayudan a ser más feliz“, explica la matrona y monitor de danza del vientre.
– El bebé también se relaja. Los beneficios no son sólo para la madre sino también para el bebé, quien se siente arrullado por la música y los movimientos oscilantes de la pelvis de su madre.