Durante el embarazo y la lactancia debes aumentar la ingesta de agua: de 2 a 2,5 litros/día en el primer trimestre y 3 litros/día en el segundo y tercer trimestre y también durante lactancia. Puedes tomar agua del grifo, si cumple las medidas sanitarias, o agua mineral natural embotellada. Esta última posee mejor sabor, ya que no contiene cloro.
Durante el embarazo disminuye el umbral de la sensación de sed, lo que significa que aumentan las ganas de beber. El organismo necesita más líquido para aumentar el volumen de sangre y mantener el líquido amniótico en el que vive y se desarrolla el bebé. Pero además, la ingesta extra de líquido ayuda a evitar infecciones urinarias, previene la formación de cálculos renales y posibles situaciones de deshidratación debida a los vómitos típicos del embarazo.
¿Qué cantidad de agua hay que tomar durante la gestación? La recomendación general de ingesta de agua de la National Academy of Sciences (NAS) es de 2 a 2,5 litros/día en el primer trimestre y de 3 litros/día en el segundo y tercer trimestre y también durante lactancia.
¿AGUA DEL GRIFO O DE BOTELLA?
La composición del agua puede influir en la gestación, ya que su origen determina si ha sido sometida a diversos procesos de potabilización. El desinfectante utilizado, generalmente cloro, reacciona con la materia orgánica natural presente en el agua, generando subproductos derivados de la desinfección. Los trihalometanos (THM) y los ácidos haloacéticos (AHA) son los productos más habituales en las aguas de consumo cloradas. La exposición en el periodo prenatal se ha asociado con abortos espontáneos, bajo peso al nacer, retraso en el crecimiento intrauterino y malformaciones congénitas. En España las concentraciones de THM en el agua tratada son muy variables en las distintas comunidades, siendo mayores en Levante y menores en la cornisa cantábrica. En cualquier caso y pese a ser el país europeo con mayores niveles de THM, estos son inferiores a los recomendados por la OMS. Esto no quiere decir que esté desaconsejado beber agua del grifo, siempre que cumpla las medidas sanitarias de desinfección. Sí es cierto que el agua mineral natural embotellada ofrece otras ventajas: posee mejor sabor que la del grifo ya que no contiene cloro, algo que durante el embarazo se agradece; y está envasada en el mismo manantial por lo que conserva su pureza y no necesita desinfección.
QUÉ CANTIDAD BEBER EN LA LACTANCIA
En cuanto a la lactancia, hay que aumentar la ingesta hídrica para garantizar la producción de leche (beber unos 3 litros/día), que es agua en un 90% de su composición. Y también es importante elegir bien el agua embotellada para preparar el biberón: se recomienda elegir la que tenga baja mineralización.
Un estudio comparó a distintos neonatos alimentados con leche materna (LM) exclusiva, frente a leche artificial (LA) empleando en un grupo agua con bajo contenido en sodio y en el otro con alto contenido en sodio. Analizaron los cambios en la tensión arterial durante los 2 primeros meses de vida de los neonatos y vieron que los del grupo que empleaba agua con alto contenido en sodio para preparar la fórmula, mostraban cifras de tensión más elevadas.
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