El frío favorece la difusión del virus de la gripe, por lo que las epidemias se repiten durante las temporadas de otoño e invierno. Existen una serie de medidas que pueden llevarse a cabo para evitar el contagio. Si tienes niños de riesgo (con enfermedades de base), síguelas al pie de la letra, sobre todo cuando haya alguien con gripe en la familia.
Como cada temporada invernal, la gripe ya está aquí. En plena epidemia conviene seguir unas medidas para evitar en lo posible el contagio. Los expertos recomiendan vacunar de la gripe a los grupos de riesgo (personas entre los seis meses y los 60 años con patología o enfermedad asociada) y embarazadas; a los mayores de 60 ó 65 años, depende de la comunidad autónoma; al personal sanitario y a quienes estén en contacto con ancianos y grupos de riesgo. En el caso de los bebés menores de seis meses, deben vacunarse las personas que los cuidan.
En los grupos de riesgo se encuentran incluidos los niños que sufren una enfermedad de base, como por ejemplo el asma. “En niños asmáticos la gripe puede ser grave”, advierte el Dr. Ángel Gil, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid. También las embarazadas se consideran grupo de riesgo, por eso han de consultar con su ginecólogo cuándo ponérsela. “En embarazadas recomiendo la vacunación en cualquier momento de la gestación, aunque es mejor hacerlo en el segundo y tercer trimestre de gestación”, aconseja el Dr. José Ramón de Juanes Pardo, jefe de servicio de Medicina Preventiva del Hospital 12 de Octubre, en Madrid.
Medidas para prevenir la gripe
La vacuna es la mejor manera de prevenir la enfermedad, pero además, existen una serie de medidas que ayudan mucho a evitar el contagio.
– El virus de la gripe se transmite de persona a persona a través del aire (al toser, hablar o estornudar) y también por contacto (al besar, al toser sobre la mano y luego tocar a alguien, al tocar superficies contaminadas, etc). Por eso la medida más eficaz para no contagiarse es lavarse las manos y secarse con toallas de papel de un solo uso. Los niños deben lavarse las manos siempre que lleguen del colegio o de la calle y también antes de comer. El lavado de manos es la medida más eficaz para evitar el contagio, se ha demostrado de numerosos estudios.
– Limpia las superficies de contacto (pomos, teléfono, interruptores, cubiertos…). Es necesario limpiarlas más a menudo mientras haya alguien en la familia con gripe. Se ha visto que el virus puede sobrevivir entre 24 y 48 horas sobre superficies no porosas (acero inoxidable o plástico) y hasta 12 horas en ropa, papel o pañuelos desechables.
– Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar y tirar el pañuelo (usarlo sólo una vez). Dile a tu hijo que se cubra al toser, puede hacerlo con la mano o con el brazo (doblando el codo).
– Evita que el niño bese o abrace a personas con gripe.
– No compartir con el niño vasos, cubiertos que hayan estado en contacto con saliva o secreciones.
– Evita visitar con el niño los centros comerciales o locales concurridos en momentos de epidemia de gripe, son lugares donde es fácil contagiarse.
– En la consulta del pediatra. Si debéis ir a consulta, no lleguéis con mucha antelación porque en estas fechas la consulta estará muy concurrida. Es importante que no comparta objetos con otros niños: chupete, biberón, juguetes… Si encuentras un lugar apartado, desde donde puedas ver la entrada de la consulta, ocúpalo, es el mejor sitio. Si el niño es muy pequeño, tómalo en brazos para evitar que juegue, gatee o mantenga relación estrecha con el resto de niños. Cuando lleguéis a acasa, lávale las manos.