El exceso en las comidas navideñas provoca problemas digestivos en niños y adultos: empacho, estreñimiento, ardores de estómago, náuseas… Se puede evitar con los consejos de los expertos y un menú digestivo y saludable.
Tres de cada cuatro españoles sufren síntomas como hinchazón de estómago, ardores, indigestión o náuseas, como consecuencia de los excesos gastronómicos en navidad, según una encuesta realizada a 2.400 personas por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA). Los excesos, según la encuesta, se traducen en que el 38% de los adultos realiza entre dos y tres comidas extraordinarias con familiares y amigos durante las fechas navideñas. “Para evitarlos, lo mejor es planificar los menús, hacer cinco comidas al día sin anular ninguna, comer despacio, limitar los dulces y practicar ejercicio físico. Y prestar atención al consumo de alcohol, que puede irritar la mucosa gástrica. Además, en el caso de los licores conocidos como ‘digestivos’, lo que hacen es dificultar la digestión dando problemas de acidez”, advierte el doctor Juan Carlos Ocaña, profesor clínico de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de Alcalá de Henares, en Madrid. El ranking de excesos por comunidades lo lidera Cantabria, donde una comida típica (caracoles a la montañesa, cochinillo o lechazo al horno y torrijas o sobaos de postre) tiene unas 1.400 calorías. Y las que menos calorías consumen en navidad son la Comunidad Valenciana (paella, ensalada o coca y pastissets) y Galicia (mariscos y pescados).
La toma de preparados farmacéuticos de plantas medicinales (solo para adultos) puede ser útil para evitar o aliviar los problemas digestivos. Como, por ejemplo, el cardo mariano, cuyo uso terapéutico ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento para afecciones digestivas relacionadas con la función hepática. “Ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el hígado”, subraya Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid.
Un menú apto para niños
La nutricionista Andrea Calderón, de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, aconseja aumentar las frutas y verduras a la hora de confeccionar el menú, poner pescado o carnes bajas en grasa (aves) y cocinar las verduras en lugar de tomarlas crudas. “Los alimentos en crudo son difíciles de masticar y de digerir, por lo que es mejor prepararlos en crema o puré que en ensalada. Hay que evitar también los platos muy grasos, como ciertas sopas o consomés, los muy condimentados o picantes, y los flatulentos, como las coles, repollo o legumbres”, recomienda.
– Primer plato: crema de calabaza. Se elabora con una cebolla, un kilo de calabaza, aceite de oliva y queso fresco. Se sofríe la cebolla picada y la calabaza, se cubre de agua y se deja cocer hasta que la calabaza esté blanda; se tritura y se presenta en vasitos con trozos de queso fresco (sustituye a la nata líquida que es alta en grasa) y piñones (los niños pueden tomarlos a partir de los tres años).
– Segundo plato: pularda asada con ensalada de rúcula. Se rellena la pularda con un pochado de cebolla, champiñones, manzana, ciruelas y ajo; se añade perejil y miga de pan mojada en leche (si hay celiacos sustituir por pan sin gluten). Y se hornea a 150º C durante media hora por cada lado. La ensalada se prepara con rúcula y tomates secos y se aliña con una mezcla de miel, una pizca de mostaza, aceite de oliva y vinagre.
– Postre: compota de ciruelas. En una cazuela, se ponen ciruelas y pasas, piel de limón, azúcar al gusto, una rama de canela y se cubre con agua. Se cuece durante 15 minutos. Se toma fría.