Las técnicas de selección de espermatozoides se basan en criterios subjetivos sobre su morfología (forma), estado de maduración, movilidad y calidad de la molécula de ADN. “Estas técnicas son una gran esperanza para parejas que llevan años en tratamiento, ya que al descartar los espermatozoides con defectos de ADN se reducen las posibilidades de utilizar aquellos con defectos genéticos, es decir se aumenta así la posibilidad de llevar un embarazo a término”, explica Jaime Gosálvez, catedrático de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid,.
Las técnicas de selección de espermatozoides se basan en criterios subjetivos sobre su morfología (forma), estado de maduración, movilidad y calidad de la molécula de ADN. “Estas técnicas son una gran esperanza para parejas que llevan años en tratamiento, ya que al descartar los espermatozoides con defectos de ADN se reducen las posibilidades de utilizar aquellos con defectos genéticos, es decir se aumenta así la posibilidad de llevar un embarazo a término”, explica Jaime Gosálvez, catedrático de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid,.
Actualmente, existen numerosas técnicas de selección espermática en las unidades de reproducción asistida, según indica este especialista, “cada vez contamos con tecnología más eficiente que permite visualizar espermatozoides con mayor precisión para descartar los que presentan defectos morfológicos y de calidad de ADN y elegir los mejor dotados para la fecundación”. En este sentido, según explica el Dr. Jaime Gosálvez, “en las últimas investigaciones que hemos realizado, hemos comprobado que los espermatozoides seleccionados tras la segunda eyaculación son de mejor calidad seminal que en la primera, ya que hemos comprobado que la cantidad de ADN dañado en la segunda recogida puede llegar a ser cuatro veces inferior a la del primer eyaculado”.
Mala cantidad y calidad
El análisis de la calidad de la molécula de ADN sólo se podía realizar con concentraciones muy altas de espermatozoides, pero las nuevas técnicas permiten hacerlo con cantidades menores. “Ello hace que esta metodología esté especialmente indicada en el caso de varones cuya calidad o cantidad seminal es deficiente o en los que por diversas causas tienen problemas de eyaculación”, detalla el experto. Pero “cuando comprobamos que no hay más remedio, que todos los espermatozoides están dañados, el paciente debe acudir a bancos de semen. Lógicamente este es el último recurso, pues la mayor parte de las parejas que acuden a un centro de reproducción asistida quieren tener un hijo biológico”, matiza.