La definición de “nuevos modelos familiares” es muy amplia. Incluye las familias generadas a través de los procesos de reproducción asistida, como las que forman dos mujeres, las madres solteras o personas que habiéndose divorciado o separado se unen a una nueva pareja y, aparte de los hijos que ya tienen cada uno, quieren tener descendencia en común. “La mayor parte de la sociedad española ya acepta estos nuevos modelos de familia. Es una cuestión de tiempo, pero es innegable que la aceptación social va avanzando y cada vez es mayor. Lo que sí es cierto es que los países en los que estos nuevos modelos familiares llevan presentes más tiempo son los que están más avanzados en su aceptación”, explica el Dr. Alfonso de la Fuente, responsable del Grupo de Ética y Buena Práctica Clínica de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
Dentro de los nuevos modelos de familia, cobran una especial importancia las mujeres que deciden ser madres en solitario, es decir, las familias monoparentales. ¿Por qué ha emergido con tanta fuerza este nuevo modelo en los últimos años? Los especialistas lo tienen claro: “el acceso cada vez mayor de la mujer a la educación superior y, en consecuencia, a un desarrollo profesional, y el hecho de no haber encontrado entre tanto la pareja con la que poder desarrollar un proyecto familiar”, comenta la Dra. Vicenta Giménez, miembro del Grupo de Interés de Psicología de la SEF. “Las mujeres solteras suelen recurrir en la mayoría de los casos a las técnicas de inseminación artificial, pues sólo necesitan el semen de un donante. Sin embargo, puede darse el caso de que esta mujer, además, tenga problemas reproductivos, por lo que tendría que recurrir, pues, a la Fecundación in Vitro (FIV)”, explica el Dr. De la Fuente.
Retraso de la maternidad: ¿de quién es el derecho?
Un hecho innegable en la actualidad es que, cada vez, se retrasa más la edad para ser madre, bien en las familias monoparentales o bien en las parejas que, tras una relación anterior, tienen hijos comunes a una edad avanzada. Sea cual sea el caso, “estas pacientes no son conscientes de los riesgos físicos que puede tener la maternidad a una edad tardía”, señala el Dr. De la Fuente.
En el caso de las mujeres de más edad que quieren ser madres, los especialistas quieren llamar la atención sobre una cuestión que, la mayoría de las veces, no se tiene en cuenta. “¿De quién es el derecho? ¿De los padres a tener hijos o de los hijos a tener padres?”, se pregunta la Dra. Giménez. Cuando una mujer tiene un hijo a los 45 o 47 años y su pareja es mayor que ella, cuando ese hijo acceda a los estudios secundarios, sus padres ya ingresarán en la tercera edad y en esas circunstancias pueden darse ya patologías importantes en los progenitores o presentarse dificultades para sustentar económicamente al hijo.
Recurrir a la reproducción asistida, un tabú en las parejas “tradicionales”
“En el caso de las parejas homosexuales o de las madres solteras es evidente que van a tener hijos recurriendo a técnicas de reproducción asistida. Además, en su caso, al ser parejas que ya han hecho pública su condición, ellos mismos luchan contra cualquier tabú. Sin embargo, las parejas heterosexuales lo tienen más complicado porque pueden tener un hijo gracias a las técnicas de reproducción asistida y mantener este hecho en total secreto”, explica la Dra. Giménez. Ese secreto suele ser, precisamente, un generador de conflictos. Muchas parejas heterosexuales tienen dificultades para compartir su dificultad para tener hijos con sus allegados y el hecho de que necesitan recurrir a la medicina reproductiva. “Les preocupa qué van a pensar los demás cuando sepan que no pueden tener hijos de forma natural y, muchas veces, lo ocultan. Pero, en estos casos, dicha actitud puede generar futuros problemas con el hijo, porque se le oculta también a él el secreto y se generan dificultades en el terreno de la comunicación padre-hijo”, concluye la Dra. Giménez.