Un nuevo tratamiento para el autismo basado en un programa de estimulación neurológica puede mejorar la calidad de vida de los niños autistas. Consiste en realizar un estudio genético del niño y analizar su historia clínica para establecer una dieta personalizada y administrar suplementos médicos capaces de modificar la expresión de los genes.
El origen del autismo no se conoce con seguridad, aunque según distintas investigaciones científicas hay un 90% de casos producidos por la herencia genética. “Tiene una carga elevada de heredabilidad pero aún no se conocen todos los genes implicados en el autismo, se han detectado solo el 20% aproximadamente“, explica el Dr. Ignacio Lao Villadóniga, especialista en Genética del Centro Genomic Genetics International en el Institut Universitari Dexeus de Barcelona.
El autismo se suele tratar con programas de tratamiento multidisciplinar de base cognitivo-conductual (psicoterapia). Y ahora acaba de aparecer un nuevo tratamiento: un programa de estimulación neurológica. Según el Dr. Lao, promotor de este proyecto, se basa en la medicina genómica, que analiza la expresión de los genes, es decir, que nos dice si existe riesgo de enfermedad en el paciente. “Lo importante es saber cómo se van a expresar esos genes y si esa expresión está relacionada con la enfermedad”, dice el experto en genética. Para ello se le realiza un seguimiento mediante análisis de sangre con el fin controlar la expresión de esos genes. Si se detecta marcadores de autismo, se establece una dieta personalizada, por ejemplo, en el caso de déficit en el sistema inmunológico se instaura dieta antiinflamatoria (baja en grasas saturadas y en azúcar y rica en ácidos grasos Omega–3). “También se administran suplementos, pero hay que tener precaución, no todos sirven para todos los niños, hay casos en los que están contraindicados”, advierte el Dr. Lao.
PERFIL GENÉTICO DEL NIÑO AUTISTA
Según el Dr. Lao, los niños autistas muestran un perfil genético concreto, ya que en ellos suelen estar presentes dos factores: mal funcionamiento del sistema inmune y baja tolerancia a tóxicos. “En el 70% de los casos hemos visto mediante analíticas que estos niños tienen comprometida la función del sistema inmune: tienen tendencia a padecer enfermedades autoinmunes (celiaquía, enfermedad inflamatoria intestinal, asma, etc.). Además también muestran una baja tolerancia a tóxicos (polución, tabaco, metales pesados contenidos en los pescados grandes, etc.), porque les fallan los mecanismos de protección innata”, explica el especialista.
En España se calcula que 1 de cada 150 personas desarrolla un Trastorno del Espectro de Autismo (TEA), una discapacidad que se manifiesta en los tres primeros años de edad y que tiene un terrible impacto en los niños y sus familias. Respecto al falso mito de la incapacidad extrema de relación con el mundo, también es exagerada, ya que las personas con TEA son capaces de sentir y expresar afecto, y son capaces de mejorar sus capacidades de comunicación con un correcto apoyo.