El sobrepeso u obesidad puede ser una de las dificultades para concebir, por este motivo, antes de embarazarse o someterse a un tratamiento de reproducción asistida, los ginecólogos recomiendan un plan de reducción de peso y modificar sus malos hábitos nutricionales al menos entre tres y seis meses antes de buscar el bebé de manera natural o antes del tratamiento.
El sobrepeso u obesidad puede ser una de las dificultades para concebir, por este motivo, antes de embarazarse o someterse a un tratamiento de reproducción asistida, los ginecólogos recomiendan un plan de reducción de peso y modificar sus malos hábitos nutricionales al menos entre tres y seis meses antes de buscar el bebé de manera natural o antes del tratamiento. “Es importante que los profesionales de la salud realicemos un asesoramiento prenatal sobre el control de peso en las mujeres que desean concebir para prevenir y tratar esta epidemia”, explica el doctor Bellver ginecólogo de IVI Valencia y autor del estudio Female obesity: short- and long-term consequences on the offspring (Obesidad femenina: consecuencias a corto y largo plazo en la descendencia).
El riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en obesas, aumenta las tasas de aborto y tienen el doble de riesgo de muerte fetal que las mujeres con peso normal y de parto prematuro.
De madres obesas hijos obesos
En el estudio Female obesity: short- and long-term consequences on the offspring, (Obesidad femenina: consecuencias a corto y largo plazo en la descendencia) se demuestra que el sobrepeso no sólo tiene consecuencias en las madres sino también en el desarrollo de la descendencia. Esto se debe a que las condiciones en el útero materno tienen un efecto sobre la fisiología fetal conocido como “programación fetal”, es decir, que el ambiente donde se desarrolla el feto condiciona su desarrollo durante su vida postnatal y adulta. Este concepto se denomina también “memoria metabólica” y hace que, por ejemplo, la obesidad se convierta en un problema perpetuamente autogenerado.
En este sentido, los hijos de madres con sobrepeso tienen un 40% más de probabilidades de padecer sobrepeso y obesidad, lo que sugiere que algunos mecanismos que subyacen a la obesidad se establecen antes del parto. “Es evidente por tanto que la compresión de patrones procedentes de las diferentes generaciones de la familia, tanto por parte de padre como de madre, pueden ser de particular importancia para abordar correctamente las estrategias preventivas con el objetivo de reducir la obesidad”, explica el doctor Bellver.
SABÍAS QUE…
– Si la madre tiene un peso normal y el padre es obeso, el riesgo de obesidad afectaría solo a los hijos varones, no a las hijas. Sin embargo, si la madre es obesa se verá afectada tanto la descendencia masculina como femenina.
– Los factores raciales y étnicos claramente afectan a la ganancia de peso durante el embarazo: las mujeres afroamericanas son más propensas a ganar peso en exceso durante el embarazo y las mujeres asiáticas tienen más probabilidades de ganar menos del peso recomendado.