Aumenta el ASMA infantil por culpa de los contaminantes ambientales

 

 

Tanto la mala calidad del aire en interiores como del exterior contribuye sustancialmente a la carga del asma y otros problemas respiratorios en los niños. Se ha demostrado que algunos compuestos químicos (contaminantes ambientales) pueden afectar a la salud de los niños. La exposición infantil a estos contaminantes ha contribuido a un cambio en las patologías pediátricas y está relacionada con una disminución de la función pulmonar y/o un incremento de las afecciones respiratorias, como el asma y las alergias. Según pediatras del Grupo de Vías Respiratorias de la AEPap (Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria), “las enfermedades alérgicas se han multiplicado por cuatro en los últimos 30 años, y se calcula que actualmente el 25% de los niños desarrolla alguna en algún momento de su crecimiento”.
Los pulmones y las vías respiratorias de los niños son inmaduros y por tanto especialmente susceptibles a la agresión de la contaminación. El Dr. Manuel Praena, pediatra de Atención Primaria y coordinador del Grupo de Vías Respiratorias de la AEPap, afirma que “los pulmones en desarrollo presentan una gran superficie a través de la que los contaminantes pueden ser absorbidos fácilmente. Además, los niños respiran más rápido e inhalan y absorben un volumen relativamente mayor de contaminantes en comparación con los adultos. Entre las principales sustancias perjudiciales para el sistema respiratorio en desarrollo –continúa el pediatra– destacan los contaminantes de interiores, como el humo de tabaco ambiental, los productos de combustión, compuestos orgánicos volátiles, compuestos biológicos y alérgenos (polen, ácaros, hongos, etc.)”. Sin embargo, “existen además otros contaminantes del aire exterior presentes en el medio ambiente en niveles preocupantes; entre ellos se incluyen contaminantes atmosféricos de materia particulada, ozono troposférico, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y otras sustancias tóxicas”, matiza el experto.